CA
ES
EN
Número 12, año 2022
Revista Catalana de Museologia

Nuevos tiempos y nueva museografía

#NouMuseuPortTarragona

Fecha publicación: 27/07/2022


Actualidad

Fecha publicación: 27/07/2022

Actualidad

Abstract

Reforma integral de un museo portuario creado en 2000. El paso del tiempo hizo que se tuviera que intervenir tanto en la adecuación del edificio, un antiguo almacén de mercancías, como en una nueva museografía para conseguir una experiencia más emocionante, activa y moderna. La interactividad y la inmersión están presentes en el #NouMuseuPortTarragona.

Los romanos llegaron a nuestra ciudad hace más de dos mil años y empezó así una historia conjunta entre la actual Tarragona y su puerto. Los eventos vividos, desde entonces, han sido el hilo conductor para que el patrimonio marítimo y portuario hiciese de transmisor a las nuevas generaciones gracias a la apertura del Museo del Puerto de Tarragona, el 13 de mayo del año 2000.

De eso hace ya más de veinte años y, como todo, necesitaba renovarse. Por este motivo, el año 2020, año que quedará marcado en la memoria colectiva mundial, después de licitarse el proyecto de rehabilitación y la nueva museografía del Museo del Puerto de Tarragona en el mes de febrero, se iniciaron las obras de remodelación de un museo portuario que en las dos décadas de existencia había dado a conocer el patrimonio marítimo y portuario tarraconense a más de medio millón de personas. Habían destacado, mayoritariamente, como usuarios y usuarias los escolares de toda Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid… y, sobre todo, estudiantes franceses. Los niveles educativos eran desde educación infantil hasta cursos formativos, pasando por primaria, secundaria y bachillerato, que incorporaban así el puerto y su cotidianidad a su aprendizaje.

El recorrido museístico que hasta entonces se llevaba a cabo en el Refugio 2 del Muelle de Costa del Puerto de Tarragona, sede del museo, mostraba la historia portuaria desde los romanos hasta la actualidad, además de contar las tipologías de puertos relacionados con el comercio, la pesca y el deporte, fundamentalmente.

El edificio, una nave diáfana de una sola planta de 2600 m2 construida, a principios de los años 1930, para almacenar las mercancías procedentes del comercio portuario, permite mostrar objetos de grandes dimensiones, dadas las características de volúmenes de los elementos de patrimonio marítimo.

La intervención arquitectónica de este proyecto de remodelación ha dado mayor protagonismo a la antigua nave comercial, a la que se  ha aplicado una limpieza general de las estructuras de hormigón, poniéndolas en relevancia; así como la construcción de una nueva escalera-mirador para comunicar con el piso superior, construido hace veintidós años para instalar dependencias como el aula de actividades pedagógicas de 272 m2, el salón de actos y el taller de modelismo y restauración, además de la zona de gestión. Esta nueva escalera sustituye a las dos anteriores de madera, ubicadas en los laterales. Ahora la escalera-mirador se encuentra en el lateral izquierdo, está hecha de hormigón y se ha fabricado el pilar y el balcón del mirador al modo tradicional de encofrado. El resultado conseguido ha sido destacado si tenemos en cuenta los comentarios de especialistas y profesionales de la construcción y la arquitectura. Básicamente ha permitido integrarla en el edificio, en el que el hormigón era el elemento principal desde su construcción, pronto hará un siglo.

Hemos mencionado la limpieza de los pilares, que no su restauración, allí donde presentaban ruptura debido a que estas afectaciones se produjeron poco después de su construcción en los años 1930 a consecuencia de los bombardeos de la Guerra Civil, que afectaron a las instalaciones portuarias como objetivo principal y, a la vez, secundario por la proximidad de la estación del ferrocarril y de los depósitos de combustible de Campsa, junto al río Francolí, y por tanto muy cercanos al puerto y al Muelle de Costa, donde se hallaba ubicado este almacén de refugio de mercancías. Se ha preservado, por tanto, el edificio, su propia historia, y se le ha continuado dando el uso de conservar y divulgar el patrimonio marítimo y portuario de Tarragona.

Como ya hemos mencionado, en 2000 el Puerto de Tarragona, dentro de su marca cultural Moll de Costa, puso en funcionamiento el Museo del Puerto de Tarragona. El paso del tiempo ha hecho necesaria la renovación y adecuación del edificio a las nuevas tecnologías, además de la actualización de medidas de seguridad; la sustitución de la cubierta para incorporar 585 placas fotovoltaicas, que generarán 389 Mwh al año para autoconsumo; la mejora del aislamiento; la instalación de climatización; el aumento del espacio expositivo con más de 600 m2, así como la ampliación de la sala de reserva, dado el incremento de las colecciones de patrimonio portuario industrial que a lo largo de los años se han ampliado, gracias a las donaciones, con objetos vinculados a los puertos pesquero y deportivo, así como al mundo marítimo, en general.

Esta intervención arquitectónica no ha llegado sola, sino que se ha consensuado para conjuntar una renovación museográfica para adecuar el espacio expositivo a las nuevas demandas y necesidades.

El Despatx Milà, arquitectura y urbanismo de Tarragona, e Ignasi Cristià, escenógrafo, con Iago Blasi han diseñado la rehabilitación arquitectónica y la nueva museografía, respectivamente, con ejecución de Expomon en cuanto a las estructuras y mobiliario, y Wasabi por lo que se refiere a los audiovisuales y el grafismo. El proyecto ha sido responsabilidad de las Direcciones de Infraestructuras, en relación con el equipamiento, y del Puerto de Tarragona, con los contenidos museográficos, en colaboración con el museo. La intervención ha sido realizada desde el mes de febrero de 2020 hasta julio de 2021. Se ha financiado parcialmente a través del 1,5% cultural, según acuerdo de colaboración entre los ministerios de Cultura y de Fomento. De este último depende la Autoridad Portuaria de Tarragona, titular del Museo del Puerto. Así, la propuesta museográfica ha nacido a la vez que la implementación de la reforma del espacio para la exposición. Ambos de la mano, han podido optimizar recursos aplicando las soluciones más eficientes y previendo todos los usos del espacio. La arquitectura ha tenido en cuenta la posterior intervención museográfica y la museografía se ha amoldado a la arquitectura creada.

En el Nuevo Museo del Puerto de Tarragona pretendemos que todo el mundo encuentre respuesta, desde el público más iniciado hasta el más neófito. Por este motivo, planteamos una exposición en diferentes capas de lectura, ofreciendo mucha autonomía al visitante a la hora de decantarse por un tipo de recurso u otro. La idea de estructurar el discurso por temas facilita que el espectador pueda planificar su visita y llegar hasta el fondo de cada ámbito.

Creemos que es una exposición pensada como experiencia, con elementos interactivos e inmersivos. La propia naturaleza de algunas piezas ya nos marca la dirección. Plantarse frente a un barco de gran tamaño es en sí mismo una experiencia inolvidable. A partir de aquí, se han dispuesto una serie de recursos para transmitir el conocimiento de forma vivencial. Podemos, por ejemplo, gobernar un velero en medio del Mediterráneo, desde puertos que han tenido vinculación histórica con Tarragona; vivir una jornada de pesca desde la propia embarcación, en primera persona, descubriendo la vida en el mar del mundo pesquero del Serrallo, en un espacio inmersivo con las diferentes pesqueras, o conocer el funcionamiento del puerto químico a través de una experiencia interactiva.

Se han estructurado los contenidos del museo de forma temática, entre ámbitos e islas de conocimiento.

Ámbito 1.

Entre el mar y la tierra, ámbito introductorio para familiarizarnos con la naturaleza de los puertos, como punto de unión entre dos de los elementos básicos de la naturaleza —el agua y la tierra— mediante la visualización de un vídeo con un formato nada tradicional que potencia la verticalidad del edificio y las estructuras de carácter industrial, que hacen de contenedores de los objetos simulando la carga vertical en los muelles. El uso de la madera como parte de los materiales de las estructuras aporta la calidez a este espacio expositivo con aire y sentimiento industrial en el que el puerto es el principal protagonista, juntamente con sus gentes.

Ámbito 2.

Hacerse al mar; la historia y la evolución de la navegación, con especial énfasis de las naves a través de modelos creados en el propio museo o procedentes de donaciones, así como de dos embarcaciones originales vinculadas a la ciudad: un bote balandro tipo pulga de patente tarraconense y una barca de pesca construida por una de las estirpes de maestros de ribera más reconocida de la ciudad, los Roch, además de su anterior propietario, el político, escritor y editor Carlos Barral, desde donde escribió el libro Catalunya des del mar.

Ámbito 3.

Trabajar en el puerto. Nos habla de toda la actividad económica registrada a lo largo de la historia en el Puerto de Tarragona, del sistema de administración del puerto, entendido como una pequeña ciudad, de los oficios portuarios, desde los más tradicionales hasta los más recientes, de la pesca como actividad destacada y del resto de sectores económicos, como el comercio y el turismo o la industria química. Destaca la vertiente humana y de oficios gracias a los objetos patrimoniales cedidos por los protagonistas de una vida vivida en el mar o a orillas del mar en los dos barrios unidos en el puerto, el Serrallo o barrio pesquero con pescadores, remendadores, maestros de ribera y calafates, y el barrio del Puerto o de la Marina, según épocas, donde los toneleros, veleros y comerciantes hacían posible que los barcos comerciales pudieran emplear los contenedores propios de cada época para transportar los productos. No debemos olvidar los oficios portuarios, que gracias a las donaciones de nuestros compañeros y compañeras ahora podemos mostrar a todo el mundo que nos visite.

Ámbito 4.

Disfrutar del puerto. Recoge los usos del puerto que van más allá de sus actividades profesionales. El puerto es también ocio y cultura, con el Muelle de Costa como rambla de la cultura y la preservación del patrimonio documental, material e inmaterial desde el archivo y el museo; la programación de exposiciones temporales y actividades de ocio desde la Dirección de Puerto Ciudad, el Teatrillo del Serrallo y el Puerto de Tarragona. Cuenta también con el primer club náutico de todo el estado nacido del llamado, por los pescadores, Grupo de los Chiflados, en 1878, cuando los domingos iban a remar al mar mientras los pescadores, precisamente ese día, descansaban de su trabajo de bogar.

Ámbito 5.

Puerto y territorio. Dedicado a presentar la influencia del puerto en el territorio a lo largo de la historia, haciendo especial mención al espíritu de crecimiento sostenible que marca la línea de desarrollo del presente y del futuro, además del motor económico que ha estado siempre dentro de su área de influencia.

Ámbito 6. Epílogo.

Se ha reservado la parte final del recorrido a las miradas más personales sobre el puerto en forma de mosaico de imágenes, una recopilación de fotografías captadas en diferentes épocas cedidas al museo por antiguos trabajadores del puerto, pescadores y aficionados al mar, que hemos seleccionado, expresamente, para el gran público y que son muy significativas. Por este motivo, están expuestas en todos los ámbitos, donde las imágenes de los profesionales no destacan porque se ha querido que los donantes tuvieran una presencia privilegiada y todo el protagonismo mediante la reproducción de parte de nuestro patrimonio inmaterial.

Para finalizar, existen tres islas de conocimiento, autónomas, repartidas por el espacio expositivo, donde se explican tres momentos históricos de gran influencia, tanto en el ámbito local como en el más global. La primera isla, con Miquel Ballester, tarraconense, introductor del cultivo de la caña de azúcar en ultramar. La segunda, dedicada a explicar uno de los pasajes históricos más sobrecogedores de la ciudad de Tarragona, el asedio a raíz de la Guerra de la Independencia. Y la tercera relata el impacto de la Guerra Civil en la zona baja de la ciudad y el puerto.

Próximamente celebraremos el primer aniversario de la remodelación integral, el 17 de julio. Deseamos que esta nueva singladura permita que los veinticinco mil visitantes que ya han pasado por nuestras instalaciones, en estos doce meses, marcados, en buena parte, por las restricciones de público, aumenten y sigan confiando en nosotros para que este barco siga navegando por la vida del Puerto de Tarragona, para poder continuar haciendo protagonista el patrimonio portuario tarraconense gracias a la difusión y la investigación del #NouMuseuPortTarragona, testigo del ADN de la gente de mar vinculada a los puertos comercial, pesquero y deportivo del Puerto de Tarragona.

Secciones

Palabras claves

Comparte