CA
ES
EN
Número 12, año 2022
Revista Catalana de Museologia

La conservación-restauración en Cataluña. Estudio sobre el estado actual del sector

Fecha publicación: 11/05/2022


Actualidad

Fecha publicación: 11/05/2022

Actualidad

Abstract

La conservación-restauración tiene un papel vital en la preservación del patrimonio cultural, pero los profesionales que se dedican a ella, mayoritariamente mujeres, llevan años desempeñando en un contexto desfavorable por la falta de legislación, el poco reconocimiento, el déficit de plazas públicas, una práctica privada precaria y el intrusismo.
Ante esta situación la asociación profesional Conservadores-Restauradores Asociados de Cataluña (CRAC) encargó un estudio del sector para tener una radiografía con base de evidencia sólida y poder formular estrategias efectivas de cambio que mejoren la situación, tanto de la profesión como de la conservación del patrimonio.

El artículo presenta brevemente el contexto del estudio realizado por la consultora independiente, algunos resultados clave y las conclusiones y reflexiones a las que condujo la investigación. Este trabajo ha permitido identificar, contrastar y argumentar un conjunto de problemas, retos y soluciones que encara el sector.

1. ¿Por qué un estudio?

La comunidad profesional lleva años consciente de la debilidad y la desprotección que sufre, derivada sobre todo de la falta de legislación, pero también del poco reconocimiento social, el intrusismo y la precariedad laboral. Sin embargo, era necesario efectuar una radiografía esmerada, con datos objetivos, aprovechando el contexto de oportunidad de colaboración entre el colectivo y la administración.

En 2018 la asociación Conservadores-Restauradores Asociados de Cataluña (CRAC) encarga un estudio del sector a la consultora independiente Margarida Loran, que asume el proyecto, planteado en tres fases: un estudio previo (2018), una fase de investigación (2019) y, finalmente, una de reflexión estratégica (2020).

El estudio previo, realizado en 2018 y financiado por la Diputación de Barcelona, se titula "La problemática del sector de la conservación-restauración en Cataluña". Este trabajo consiste en una revisión de literatura, reuniones exploratorias con la junta de la CRAC y diez entrevistas en profundidad. Todo ello pone en contexto, identifica los principales problemas, retos y soluciones.

Las fases de investigación y reflexión estratégica, financiadas por la Generalitat de Catalunya, se compendian en el documento “Estudio sobre el estado actual del sector de la conservación-restauración en Catalunya 2019”.  El objetivo de este encargo era recoger datos y pruebas que soportaran las problemáticas identificadas en el estudio previo, que dimensionaran el sector y permitieran comprender sus necesidades. En la fase de investigación se efectúan reuniones exploratorias con agentes clave del sector;(1) visitas y entrevistas a cinco centros especializados de Conservación-Restauración (C-R); revisión de indicadores y datos existentes; un cuestionario dirigido a conservadores-restauradores y un cuestionario dirigido a museos, archivos y centros de C-R. En la posterior fase de reflexión estratégica se profundiza sobre tres temas críticos, con la realización de focus groups. A partir de ahí se comunican los resultados de las fases para visibilizar la situación y los retos de futuro.

En global se trata, pues, de un estudio muy completo y riguroso que combina el análisis cualitativo (entrevistas, visitas y focus groups) y el análisis cuantitativo (revisión de estadísticas, indicadores de formación y cuestionarios). Ha sido un proyecto ambicioso y estratégico para la CRAC y un gran esfuerzo realizado durante dos años, que ha logrado una clara implicación del sector. Tanto la junta directiva de la asociación como la consultora independiente que ha realizado el estudio están convencidas de que será de gran relevancia para la comunidad profesional de la C-R y para el ámbito del patrimonio en general. Puede consultar en la web de la CRAC el documento resumen del estudio, así como la presentación que se hizo el 7 de octubre de 2021 en el Palau Marc

 

2. La fase exploratoria. Estudio previo: la problemática

Para centrar el estudio, primero es imprescindible definir qué entendemos por conservador-restaurador: es el profesional que actúa sobre el patrimonio cultural tangible —bienes muebles, elementos decorativos de inmuebles y muebles incorporados a bienes inmuebles— con el objetivo de preservarlo y conservarlo para generaciones presentes y futuras, y que tiene la formación, los conocimientos, las habilidades y la experiencia requeridos para el ejercicio de la profesión de la conservación-restauración.(2)

La revisión y el análisis de documentación existente, así como las entrevistas en profundidad, permiten identificar la problemática del sector y la profesión en Cataluña. La selección de los diez expertos para entrevistar intenta captar diferentes perspectivas, ámbitos de actividad y especialidades, recogiendo opiniones del mundo académico, de centros especializados y museos, de autónomos y empresas y del asociacionismo.(3)

El análisis de todas las ideas y opiniones, libres y subjetivas, conduce a determinar cinco principales problemas estructurales y retos del sector de la C-R en Cataluña:

 

2.1. Falta de reconocimiento social

Por lo general, existe un gran desconocimiento de los métodos y las competencias de la C-R. Pese a su papel vital de preservación del patrimonio cultural, es una actividad poco conocida y reconocida, lo que se traduce en unas condiciones de trabajo desfavorables, intrusismo profesional —que supone un riesgo para el patrimonio— y políticas y presupuestos públicos insuficientes.

2.2. Falta de legislación que regule la profesión

La regulación de la profesión es la piedra angular de todas las problemáticas y el foco de lucha de las asociaciones. La figura del conservador-restaurador no aparece en la Ley de patrimonio cultural catalán (1993). Las consecuencias de esta ausencia son muchas, como la casi nula presencia en puestos de decisión (consejos asesores, comisiones de expertos y labores de inspección sobre el patrimonio), la inferioridad del estatus de la C-R respecto de otras profesiones del patrimonio (que acaban invadiendo competencias propias de la C-R) o la imposibilidad de medir objetivamente la calidad del trabajo de la C-R.

2.3. Formación duplicada, desordenada y no homogénea

Actualmente, en Cataluña existen dos vías formativas para obtener la titulación: Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Catalunya (ESCRBCC). Proliferan estudios de posgrado y propuestas formativas irregulares, pero existen especialidades que no están cubiertas y tienen demanda y potencial de futuro. Así pues, existe un número de titulados elevado para la realidad del mercado laboral.

2.4. Déficit de la C-R en las instituciones patrimoniales

Hay que tener en cuenta que existe un contexto de situación deficitaria de la gestión de las colecciones en general, pero la función de la C-R es la peor parada. Pocos museos tienen equipos estables, y los que los tienen, los reducen. La C-R está mayoritariamente externalizada y en muchos casos de forma discontinua. Los servicios de apoyo especializados(4) no son suficientes para cubrir las necesidades del conjunto del territorio o son inexistentes.

 

2.5. Actividad profesional en condiciones adversas

Por un lado, la realidad del sector de la C-R es un conjunto de microempresas y autónomos trabajando principalmente para el sector público. Conviene resaltar que en la práctica pública, existen muy pocas plazas fijas y un estancamiento de los puestos de trabajo desde hace años. Por otra parte, la práctica privada está llena de dificultades por los problemas con la contratación y las malas prácticas en la externalización que acaban precarizando el mercado laboral.

Varios factores están poniendo en peligro el sector: la legislación de contratación restrictiva que estrangula a autónomos y pequeñas empresas, el contexto de inestabilidad de trabajo, las partidas presupuestarias insuficientes para la conservación de patrimonio, el predominio del criterio precio en los concursos y la carencia de regulación legal sobre la figura de la C-R.

Algunos ejemplos pueden verse en los proyectos arquitectónicos donde se establece una relación muy desigual con constructoras y arquitectos (la C-R queda relegada a un papel marginal y supeditado) y en los proyectos expositivos con la falta de integración de la C-R desde el inicio de los proyectos, indispensable para la conservación preventiva de los bienes que se exhiben.

Una vez identificadas y argumentadas las dificultades sectoriales, la consultora Margarida Loran relaciona esta intrincada problemática con los retos y posibles soluciones/propuestas, también extraídas de las preguntas realizadas a los entrevistados.(5)

En conclusión, en este estudio previo queda patente la realidad compleja del sector y se identifican muchas carencias, algunas graves. Pero, a pesar del contexto de muchas dificultades en la relación con el sector público, parece que existe una tendencia positiva de mayor conciencia en las instituciones patrimoniales, sobre todo en la conservación preventiva.

 

3. La radiografía del sector: resultados clave de la situación actual

La segunda fase, de investigación, se realiza en 2019 y aporta evidencia objetiva respecto a temas candentes identificados en el estudio previo. Como se ha indicado anteriormente, por un lado, los datos se obtienen de reuniones, de visitas y de la revisión de indicadores existentes, y por otro, de recoger información y opiniones mediante dos cuestionarios electrónicos:

—Uno, dirigido a conservadores-restauradores, que obtuvo 414 respuestas. No es posible saber qué porcentaje supone respecto al total porque no existe un censo de profesionales, pero se intentó llegar al máximo número de personas.(6)

—El otro, dirigido a centros patrimoniales y servicios especializados, que obtuvo 132 respuestas, distribuidas así: 48% museos, 45% archivos y 8% servicios especializados e instituciones nacionales.(7)

Los resultados clave de la investigación son:

 

3.1. Empleo y situación laboral

Casi dos terceras partes de los profesionales activos trabajan en la práctica privada (62% de los encuestados laboralmente activos), frente a un 38% que lo hacen en el ámbito público.

Cabe destacar que el porcentaje de autónomos es del 47%, y es aún mayor (49%) si se pregunta por su combinación con otros, porque no es raro combinarlo con otras ocupaciones.(8)

Si se tiene en cuenta el total de profesionales encuestados, más de una cuarta parte están en una situación laboral no totalmente activa o no totalmente dedicada a la C-R.(9)

En cuanto al tipo de contrato, de los que trabajan por cuenta ajena solo un 28% tienen un contrato fijo o indefinido. Dentro de ellos predominan los que tienen más años de experiencia (71% tienen más de dieciséis años de experiencia).

 

3.2. Salarios/ingresos brutos anuales

Más de la mitad de los profesionales encuestados (56%) no superan los 18.000 euros brutos anuales con su trabajo de C-R, lejos del salario bruto anual medio en Cataluña (25.180 euros en 2017, según Idescat), y aún más lejos del salario bruto medio de los profesionales científicos e intelectuales (34.129 euros en 2017, según Idescat). Solo el 17% de los encuestados supera los 30.000 euros.

En cuanto al tiempo de dedicación, existe un porcentaje elevado que trabaja a media jornada (la temporalidad es otro factor característico del sector, que conlleva mayor precariedad, así como la necesidad de combinar la actividad de C-R con otras ocupaciones).

Sin embargo, es preocupante que el 38% de los que trabajan a jornada completa no consigan ganar más de 18.000 euros y que la franja de ingresos más común entre los que trabajan a tiempo completo sea de 18.000 a 24.000 euros, aún por debajo del salario medio en Cataluña y lejos de lo que corresponde a un profesional con estudios universitarios.

Si se cruza esta variable con el empleo, los niveles más bajos de ingresos se encuentran en la práctica privada, que como se ha visto es el empleo mayoritario (el 87% en empresas y el 82% de autónomos ganan menos de 24.000 euros). Los niveles salariales más altos se encuentran entre los que trabajan en centros patrimoniales y, por tanto, tienen un nivel más cercano a la media de Cataluña (76% por encima de los 24.000 euros y la mitad por encima de los 30.000 euros).

3.3. Perfil de los profesionales

Podemos afirmar que la profesión de C-R es relativamente joven y muy feminizada (86% mujeres). Los resultados muestran una estructura de edades equilibrada y nada envejecida, con profesionales que abarcan todas las edades, pero con mayor representación de aquellas en las que la profesión se consolida (el 57% se encuentran en la franja de 30-49 años).

El área de residencia mayoritaria es la de Barcelona (tres cuartas partes de los encuestados) y el ámbito de trabajo de la mayoría es Cataluña (89%), aunque un 15% se mueven y trabajan también en otros territorios (del estado, Europa o el mundo).

3.4. Formación:

La formación oficial de acceso

Hasta ahora, se ha considerado que el requerimiento formativo de entrada en la profesión eran los estudios oficiales de nivel grado (o las antiguas licenciaturas/diplomaturas). Ambas instituciones que la ofrecen actualmente en Cataluña(10) producen juntas un número de titulados por año muy elevado si se compara con la realidad del mercado de trabajo. La profesión crece con una media de 59 graduados al año; entre 2011 y 2018 se graduaron un total de 402 alumnos.

Se prevé que los estudios de máster se conviertan, en un futuro próximo, en el requerimiento formativo de entrada, tal y como recomienda la organización europea ENCoRE (European Network for Conservation-Restoration Education). Sin embargo, en Cataluña actualmente la oferta de másteres específicos de C-R es limitada: sólo se ofrecen dos.(11)

 

Prácticas y becas

Varios centros patrimoniales y especializados en C-R del país ofrecen prácticas curriculares para estudiantes y becas para titulados. Aunque la oferta de prácticas es amplia (sólo el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña acogió a dieciocho alumnos en 2018), la de becas es más limitada (diecinueve becas anuales ofrecidas por cinco centros).

Consecución formativa de los profesionales y formación continua

El nivel formativo general del sector es alto, puesto que el 34% tienen estudios generales de nivel máster/posgrado. Por lo que respecta a la formación específica de C-R, la mayoría ha realizado estudios oficiales a nivel de grado (87%), pero solo un 17% obtiene másteres en la C-R.

El colectivo está comprometido con la formación continua (un 78% ha realizado uno o más cursos especializados, de 20 horas o más, en los últimos dos años). El compromiso con la actualización de conocimientos es firme a lo largo de la vida profesional, puesto que la proporción es elevada en todos los tramos de experiencia y es un indicador muy positivo de la profesión.

Cabe destacar que estos datos sobre el nivel formativo contrastan con los del nivel de ingresos tan bajo del sector. Este hecho sorprende y evidencia el grave problema de bajo reconocimiento profesional del sector.

3.5. Ámbitos de trabajo y especializaciones

La práctica profesional y la oferta formativa están muy centradas en la conservación curativa y la restauración de unas pocas especialidades "tradicionales". Se observa que la conservación preventiva se va abriendo paso, pero todavía queda lejos de ser una práctica de todo el colectivo.

Las áreas de especialización principal (los encuestados podían seleccionar 1a especialización, 2a, 3a y 4a) están muy relacionadas con la formación cursada y con la demanda del mercado. Predominan claramente la pintura (casi un cuarto de los encuestados), el documento gráfico y el material arqueológico. Como secundarias, se añaden escultura, madera y conservación preventiva. A partir de ahí aparece una larga batería de especializaciones muy minoritarias, consideradas "no tradicionales" y no integradas en la oferta formativa actual. Algunas están muy poco o nada cubiertas entre los profesionales, como por ejemplo las vidrieras, el material textil, la orfebrería, los instrumentos científicos o las instalaciones artísticas. En estas especializaciones minoritarias existe un vacío de experiencia importante.(12)

 

 

3.6. La conservación-restauración en centros patrimoniales. Presupuesto

Más de la mitad de los centros que han respondido(13) cuentan con presupuesto dedicado a la C-R (o previsto en el futuro). Sin embargo, es preocupante que un tercio no dispongan de presupuesto, teniendo en cuenta que todos conservan bienes patrimoniales (en archivos el porcentaje es mayor y alcanza el 41%). El volumen de este presupuesto en un 36% es casi simbólico (menor de 3.000 euros, situación muy generalizada sobre todo en el caso de los archivos). Si contrastamos estas partidas en relación con el total de presupuesto de gasto de funcionamiento de estos centros, en la mayoría de los casos supone menos de un 5%.

 

Aunque este porcentaje sea tan bajo, casi la mitad de los centros indican que ha habido un incremento de los recursos económicos dedicados a la C-R respecto a hace diez años (en plena crisis económica).

Personal

Aunque claramente existe un déficit de personal de la C-R en los centros patrimoniales, este incremento de presupuesto no se ha traducido en contratación de personal especializado. La necesidad de los servicios existe, y, por tanto, hay una gran dependencia de profesionales externos para cubrir los déficits de conocimiento y competencias.

Solo un tercio del total de centros públicos disponen de un servicio de C-R (laboratorio, taller o programa) y solo en el 19% es propio, sin necesidad de apoyo externo. Los equipos estables de la C-R son unipersonales o micro (prácticamente la mitad de los centros públicos que tienen C-R en plantilla sólo tienen uno) y no existe perspectiva de crecimiento, con un claro estancamiento en los últimos diez años.

Dicho de otro modo, un 73% de los centros no dispone de C-R dentro de la plantilla, y los que sí tienen necesitan colaboradores externos regulares, ya que la plantilla es insuficiente para el volumen de trabajo a realizar.

Los centros declaran tener mayor experiencia en aspectos de mantenimiento y manipulación de las colecciones (un 40% afirman tenerlas) que en intervenciones de conservación-restauración (solo un 21% afirman tener suficiente).

Externalización

Los servicios de conservación externos usados mayoritariamente por los centros consisten en profesionales independientes o autónomos. Las empresas generalistas (que se ven como una amenaza en el actual sistema de contratación pública) solo fueron utilizadas en un 2% por los centros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos datos son anteriores a la Ley de contratación pública (vigente desde marzo de 2018) y que el panorama podría haber cambiado. Esta es una preocupación que quedó recogida en las entrevistas del estudio previo.

3.7. La externalización de los servicios de C-R

Sobre el impacto de la nueva ley de contratos del servicio público, se ha querido contrastar si tiene efectos negativos en la capacidad de los profesionales y empresas del sector para concursar en obras públicas o prestar servicios externalizados.

Preguntando a los profesionales que efectúan práctica privada, de momento, no se ha podido detectar una tendencia clara de si ha variado el grado en el que trabajan para la administración mediante concursos o licitaciones de obra (los datos se recogen en 2019 y la ley es de 2018).

Si tenemos en cuenta la percepción de todos los profesionales encuestados (tanto los que trabajan en el ámbito privado como en el público), un 83% están totalmente de acuerdo o de acuerdo en que el actual contexto beneficia a las grandes empresas generalistas de servicios y perjudica a autónomos y empresas especializadas en C-R, poniendo en juego el modelo del sector, y que a menudo la pequeña empresa de C-R acaba siendo subcontratada por grandes empresas de fuera del sector (de la construcción o de servicios). Un 79% están totalmente de acuerdo o de acuerdo en que es difícil poder concursar en obras públicas por la dificultad de cumplir con los requisitos de solvencia económica y/o técnica requeridos.

Preguntando a los centros, un 15% indica un cambio en el tipo de servicio externo utilizado en los últimos cinco años (en los museos, el porcentaje asciende hasta el 23%). Por tanto, quizás hay una tendencia de cambio que no se ha generalizado todavía. También en los centros públicos existe la percepción de que con la nueva ley hay más dificultades de contratar autónomos de forma regular y la contratación externa está cambiando en favor de empresas generalistas que son más competitivas en precio y cumplen los requisitos económicos de la ley.

En cuanto a las prácticas de la externalización, es clave que se definan bien los requerimientos técnicos en los pliegos de encargos porque es la forma de contrarrestar la tendencia de la administración de primar el precio más bajo. En más de un tercio de los centros que han respondido al cuestionario, la persona que prepara los pliegos de encargo no tiene formación ni experiencia en C-R (en archivos supera el 50%), y es un hecho preocupante, ya que se considera una condición básica para una externalización de calidad.

3.8. Uso y relación con los servicios públicos especializados

El servicio especializado más utilizado con gran diferencia es el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC), reflejando su papel de centro de referencia. La mitad de los profesionales individuales ha colaborado, trabajado o formado en esta institución en los últimos dos años y dos terceras partes del total de los centros han hecho uso de sus servicios.

Entre los profesionales individuales, casi la mitad también han colaborado con el equipo de C-R de uno o más museos, algo más de un tercio con el ESCRBCC y una cuarta parte con la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona.

Entre los centros que nunca han utilizado un servicio público especializado, el motivo más común es el desconocimiento de los procedimientos para solicitarlo. (Un 36% desconocen su existencia). Como otros motivos se citan: una tipología de patrimonio que no tiene acceso (material etnológico), la conciencia de la saturación de los centros y la falta de presupuesto para asumir el 50% del gasto.

4. Reflexiones y recomendaciones en tres temas candentes

Se organizaron tres grupos de discusión, en enero y febrero de 2020, con profesionales del sector de perfiles variados y que representaban todas las perspectivas.(14) Se centró la atención en tres temas que se consideran críticos y que el sector tiene necesidad de abordar. Cada grupo realizó una reflexión sobre los resultados y generó recomendaciones y propuestas de consenso.

 

4.1. Formación oficial: horizonte de cambio

Existe un claro reconocimiento de la problemática que genera la duplicidad en la formación oficial, la heterogeneidad en las competencias adquiridas y la descompensación formativa en especialidades. La contundencia de los datos obliga a actuar y se reconoce también que la formación unificada fortalecerá al sector.

Por tanto, ¿cómo encarar el gran reto de la unificación?

Aunque el marco normativo no lo facilita, existe un contexto político más favorable que en el pasado y se identifican fuerzas de cambio. Es necesario encontrar una fórmula para sumar y no perder, es decir concentrar y mantener los recursos. Existe buena disposición de explorar conjuntamente para encontrar una solución de futuro. Los agentes se emplazan a dar pasos en esa dirección.

Entre los consensos:

—La no absorción de una institución por otra, sino la construcción de un tercer modelo.

—Nuevo modelo ubicado en el ámbito universitario.(15)

—Convenio, consorcio o alianza con el ámbito científico-técnico.

—Plan de estudios de cinco años de formación específica en C-R (grado con máster integrado 2+3 o 3+2). Dos años de formación general e introducir especialidades en el tercer curso.

—Nuevo plan de estudios con una sólida base de conocimiento científico-técnico y conservación preventiva desde el inicio para todas las especialidades.

—Resolución de la duplicidad de especialidades y oferta de las que no están cubiertas.

—Habilitación en competencias homogénea para todos los graduados.

Se coincide en que es necesario debatir y abordar también el reto de la formación continua y complementaria, para ajustarse a las necesidades y evitar el intrusismo. En esto las instituciones de formación oficial tienen un papel importante, colaborando para apoyar, realizar seguimiento y validar.

 

4.2. Especialidades: déficits y oportunidades

Los profesionales con responsabilidades o experiencias de especialidades poco cubiertas están todos de acuerdo en que el panorama actual, con unas pocas especialidades “tradicionales” (pintura, escultura, bienes arqueológicos y material gráfico) no es procedente a la realidad mucho más plural de la C-R. Existen muchas especialidades minoritarias sin visibilidad, formación, ni profesionales con experiencia. Se reconoce que incluir estas nuevas especialidades ayudará a crecer y profesionalizar al sector, repartir las oportunidades de trabajo y conseguir reconocimiento para combatir la incomprensión, dentro y fuera de la profesión.

Se identifican como fuerzas de cambio potenciales la posibilidad de incluirlas en futuros nuevos planes de estudios y la tendencia de crecimiento de la conservación preventiva y el análisis científico. Además, existen centros de referencia que ya tienen experiencia en estas especialidades mal cubiertas (arte contemporáneo, patrimonio industrial, patrimonio fílmico, etc.). Por otro lado, existe también el desafío de mantener la experiencia existente en las especialidades “tradicionales” en los centros especializados y ampliarlas porque los equipos son todavía demasiado pequeños.

Por tanto, ¿cómo encarar el gran reto de la inclusión?

Entre los consensos:

—Refuerzo del sistema público, incorporando centros y laboratorios de referencia en estas especialidades y materiales, que, más allá de la propia tarea, tienen mucho potencial de servicio al país.

—Creación de una “red de centros” y apuesta por compartir conocimientos (encabezado por el CRBMC, pero distribuido, con responsabilidades delegadas).

—Formación específica para un número reducido de estudiantes, en colaboración con los centros de referencia para cada especialidad y refuerzo de los conocimientos científicos.

—Desarrollo prioritario de la conservación científica, muy asentada en otros países, pero sin apenas expertos ni servicios en Cataluña.

—Colaboración indispensable con otras profesiones (ingenieros, fotógrafos, maestros de ribera, etc.). Es necesario incorporar a formadores y estudiantes de otros ámbitos para que las nuevas especialidades se desarrollen en territorio multidisciplinar.

4.3. Externalización: hacia una práctica de calidad

Tanto los representantes de instituciones que externalizan como los profesionales que trabajan para el sector público reconocen los resultados del estudio en este asunto: el problema de la baja presencia de la C-R en los equipos estables de los centros y el grado tan elevado de externalización de la C-R (puntual o regular), que se desarrolla con problemas con la administración. Se expresa también la percepción de falta de transparencia y de apertura real en las contrataciones.

Se está de acuerdo en que la externalización persistirá años. Por tanto, es prioritario y urgente aplicar buenas prácticas para que sea de calidad, y existe conciencia de que éste es un reto común con otros sectores del ámbito cultural.

Pero, ¿cómo encarar el gran reto de la externalización de calidad?

Entre las reflexiones y recomendaciones que surgen:

—Los centros patrimoniales necesitan acompañamiento, con pautas y formación de las personas que realizan los pliegos de las licitaciones

—Se pide a los principales agentes del sector(16) una labor de inspección de los procesos de contratación y de defensa del derecho de los trabajadores de la C-R a dirigir proyectos en patrimonio inmueble.

—Se pide a la CRAC que estudie recomendaciones de tarifas para la externalización, así como que promueva la conciencia de que los estudios previos (diagnosis) formen parte del encargo y se paguen (estudio + intervención).

—La conservación preventiva no debería ser externalizable: debe estar integrada como función interna.

—Surge la idea de abrir el uso de laboratorios de la C-R en centros públicos del territorio que actualmente están infrautilizados como centros de trabajo para profesionales independientes o empresas especializadas, lo que les ayudaría a rebajar costes.

—Se pide al CRBMC, como cabecera del sistema público que vehicula financiación y realiza intervenciones con colaboración externa: mayor proactividad, comunicando los servicios y su capacidad de ayuda; mayor visibilidad de transparencia y apertura; potenciación del papel de centro de referencia (liderazgo de proyectos complejos, prestación de servicios punteros como la conservación científica); reducción de los servicios que pueden entrar en competencia con autónomos y pequeñas empresas, y actualización para dar mejor respuesta a las necesidades del sector.

 

5. Conclusiones. La conservación-restauración, ¿una profesión de futuro?

Margarida Loran concluyó que la C-R es actualmente “una profesión que crece, con un colectivo bien formado, pero que se desarrolla con gran cantidad de obstáculos y carencias. (...) El bajo nivel de ingresos y la precariedad de parte importante del colectivo profesional son preocupantes”.

Cabe destacar que se empieza a tomar conciencia de que el hecho de que sea una profesión muy feminizada posiblemente contribuye al bajo reconocimiento social, bajo nivel de ingresos y precariedad (trabajo independiente, temporal y media jornada, entre otros), y es urgente y necesario abordar este tema.

Se confirma que los recursos de la C-R en museos, archivos y centros especializados son deficitarios y preocupantes, puesto que son los responsables de la custodia de los bienes patrimoniales. Pero todavía lo son más en recursos humanos que en presupuesto, puesto que los equipos estables de plantilla son una excepción, no la norma. La poca presencia de la C-R en equipos estables hace que estén fuera de la toma de decisiones que afectan el patrimonio cultural.

El estudio ha puesto nombres y apellidos a problemas endémicos del sector y permite tener una base sólida sobre la que trabajar. Hay necesidades y temas críticos que el sector debería abordar. Por todo ello, se hace un llamamiento a todos los agentes, desde responsables políticos, centros formativos, centros patrimoniales y servicios especializados hasta asociaciones, profesionales y empresas para que todas estas ideas se asuman, se desarrollen y se hagan realidad.

Está claro que el gran reto, el más clave y urgente, es la regulación legal de la profesión, para obtener reconocimiento y garantías, y se han tomado iniciativas en este sentido.(17) En el ámbito formativo, el desafío es la unificación y mejora de la oferta y reducir el número de titulados que salen al año, uno de los cimientos para facilitar la regulación del acceso a la profesión. Es necesario consolidar la figura profesional y mejorar el mercado laboral, consiguiendo la aplicación de buenas prácticas en la contratación externa.

Es imprescindible, para llegar a ello, concienciar a la sociedad sobre la profesión y la conservación del patrimonio, es decir, es necesaria una gran tarea de visibilización y difusión. La práctica de la C-R tiene unas particularidades que deben hacerse visibles y defender para combatir la incomprensión, dentro y fuera de las profesiones de patrimonio.

Para esta misión, es necesario cohesionar al colectivo, colaborando con otras profesiones y sectores del patrimonio, y la cultura en general, en la causa común de la conservación. La conservación del patrimonio debe tener un lugar central en la política cultural del país, dotándose de los recursos económicos y humanos necesarios para poder desarrollarla de forma efectiva.

Por último, la CRAC quiere agradecer la profesionalidad de Margarida Loran y la implicación de todos los profesionales y entidades que han participado en el estudio, ya sea en la recogida de datos (cuestionarios), en la participación en entrevistas y grupos de discusión, en aportaciones de información o difundiendo los cuestionarios en sus redes de contactos.(18)

 

 

 

 

Notas


(1)

Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC), Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona (OPC), Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), Servicio de Museos y Archivos de la Generalitat de Catalunya y la junta del CRAC.

(1)

Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC), Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona (OPC), Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), Servicio de Museos y Archivos de la Generalitat de Catalunya y la junta del CRAC.

(2)

Esta definición se ha elaborado teniendo en cuenta las directrices profesionales de la European Confederation of Conservator-Restorers Organisations (ECCO). Documento aprobado por su Asamblea General. Bruselas, 1 de marzo de 2002. ECCO. Profesional Guidelines I: The Profession.

(2)

Esta definición se ha elaborado teniendo en cuenta las directrices profesionales de la European Confederation of Conservator-Restorers Organisations (ECCO). Documento aprobado por su Asamblea General. Bruselas, 1 de marzo de 2002. ECCO. Profesional Guidelines I: The Profession.

(3)

Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Cataluña (ESCRBCC), CRAC, Nordest, SL (empresa de museología y museografía), ECRA, SL (empresa de conservación-restauración), profesional independiente, Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC).

(3)

Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Cataluña (ESCRBCC), CRAC, Nordest, SL (empresa de museología y museografía), ECRA, SL (empresa de conservación-restauración), profesional independiente, Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC).

(4)

CRBMC, SAMs, Laboratorio de la OPC de la Diputación de Barcelona.

(4)

CRBMC, SAMs, Laboratorio de la OPC de la Diputación de Barcelona.

(5)

Véase esta síntesis en la página 84 del estudio previo (2018)

(5)

Véase esta síntesis en la página 84 del estudio previo (2018)

(6)

Como referencia, el CRAC tenía 245 socios en ese momento.

(6)

Como referencia, el CRAC tenía 245 socios en ese momento.

(7)

Porcentaje de respuesta: museos registrados (50,5%), archivos comarcales (49%), archivos municipales (18%), archivos eclesiásticos (34,5%).

(7)

Porcentaje de respuesta: museos registrados (50,5%), archivos comarcales (49%), archivos municipales (18%), archivos eclesiásticos (34,5%).

(8)

Según una encuesta de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU), el tipo de contrato más común entre los trabajadores de la C-R es el de autónomos (47%). En comparación con otras titulaciones artísticas superiores en Cataluña, es el más alto de todos con mucha diferencia, en algunos casos llega a ser el doble (en la música los autónomos son un 13,6% y en el teatro un 23,4%). Fuente: Encuesta de la AQU de inserción laboral 2017, para los titulados del año 2012/13 y 2013/14. Véase la página 15 del estudio (2019)

(8)

Según una encuesta de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU), el tipo de contrato más común entre los trabajadores de la C-R es el de autónomos (47%). En comparación con otras titulaciones artísticas superiores en Cataluña, es el más alto de todos con mucha diferencia, en algunos casos llega a ser el doble (en la música los autónomos son un 13,6% y en el teatro un 23,4%). Fuente: Encuesta de la AQU de inserción laboral 2017, para los titulados del año 2012/13 y 2013/14. Véase la página 15 del estudio (2019)

(9)

Teniendo en cuenta el total de encuestados: 27% otra situación no laboral (estudiantes a tiempo completo, becarios, paro, jubilación, otra), 34% profesionales independientes/autónomos, 17% trabajan en una empresa, 16% trabajan en un centro patrimonial, 12% trabajan en un servicio público especializado.

(9)

Teniendo en cuenta el total de encuestados: 27% otra situación no laboral (estudiantes a tiempo completo, becarios, paro, jubilación, otra), 34% profesionales independientes/autónomos, 17% trabajan en una empresa, 16% trabajan en un centro patrimonial, 12% trabajan en un servicio público especializado.

(10)

Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y ESCRBCC.

(10)

Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y ESCRBCC.

(11)

Dirección de proyectos en la UB y C-R de patrimonio fotográfico en ESCRBCC

(11)

Dirección de proyectos en la UB y C-R de patrimonio fotográfico en ESCRBCC

(12)

Un número importante de profesionales dicen tener un déficit de conocimientos y competencias y la mayoría declaran que querrían formación porque la necesitan, sobre todo en el ámbito del arte contemporáneo y materiales modernos. Consultar las páginas 34 a 40 del estudio (2019) para ver las necesidades de formación o de obtención externa de conocimientos y competencias muy concretas tanto para intervenciones de conservación-restauración, como conservación preventiva y competencias transversales.

(12)

Un número importante de profesionales dicen tener un déficit de conocimientos y competencias y la mayoría declaran que querrían formación porque la necesitan, sobre todo en el ámbito del arte contemporáneo y materiales modernos. Consultar las páginas 34 a 40 del estudio (2019) para ver las necesidades de formación o de obtención externa de conocimientos y competencias muy concretas tanto para intervenciones de conservación-restauración, como conservación preventiva y competencias transversales.

(13)

Museos, archivos y servicios especializados e instituciones nacionales.

(13)

Museos, archivos y servicios especializados e instituciones nacionales.

(14)

Dirección en centros de referencia, jefes o técnicos de departamento de C-R, dirección de empresas, autónomos, profesionales contratados por empresas que proveen servicios externalizados, responsables académicos.

(14)

Dirección en centros de referencia, jefes o técnicos de departamento de C-R, dirección de empresas, autónomos, profesionales contratados por empresas que proveen servicios externalizados, responsables académicos.

(15)

El informe CoNCA (Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes) 2018 recomienda pasar los estudios artísticos al ámbito universitario. Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes (2018). L’educació superior en l’àmbit artístic a Catalunya. Estudi i proposta d’organització. Informes CoNCA (IC15). Hay que tener en cuenta el proyecto de desarrollo del Campus de las Artes en Can Ricart (coordinación UB).

(15)

El informe CoNCA (Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes) 2018 recomienda pasar los estudios artísticos al ámbito universitario. Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes (2018). L’educació superior en l’àmbit artístic a Catalunya. Estudi i proposta d’organització. Informes CoNCA (IC15). Hay que tener en cuenta el proyecto de desarrollo del Campus de las Artes en Can Ricart (coordinación UB).

(16)

CRBMC, Ayuntamiento de Barcelona, servicios territoriales y CRAC.

(16)

CRBMC, Ayuntamiento de Barcelona, servicios territoriales y CRAC.

(17)

El colectivo profesional (Grupo Técnico, la ARCC y desde 2013 el CRAC) ha presentado trece propuestas a la Generalitat de Cataluña en los últimos diez años, además de colaborar con la Asociación de Conservadoras Restauradoras de España (ACRE) en cinco propuestas de ámbito estatal.

(17)

El colectivo profesional (Grupo Técnico, la ARCC y desde 2013 el CRAC) ha presentado trece propuestas a la Generalitat de Cataluña en los últimos diez años, además de colaborar con la Asociación de Conservadoras Restauradoras de España (ACRE) en cinco propuestas de ámbito estatal.

(18)

Margarida Loran, autora del estudio, ha revisado este artículo.

(18)

Margarida Loran, autora del estudio, ha revisado este artículo.

Secciones

Palabras claves

Comparte