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Número 14, año 2024
Revista Catalana de Museologia

III Encuentro de El Museo Transformador

Fecha publicación: 04/07/2024


Actualidad

Fecha publicación: 04/07/2024

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Abstract

El Museo Transformador somos un colectivo independiente de profesionales del mundo de los museos que apostamos por un museo contemporáneo dedicado a producir transformaciones decisivas y constatables en la cultura y la educación de la sociedad. Para conseguirlo, queremos contribuir al desarrollo y la consolidación del lenguaje museográfico, para ponerlo al servicio de la educación en su sentido más amplio, desde una visión amplia, abierta y transversal del museo como fenómeno social contemporáneo.

Nuestra trayectoria empezó con la publicación de un manifiesto en el mes de enero de 2020, y a partir de él ha ido creciendo el contenido de nuestro portal de Internet, que actúa como elemento central de nuestra actividad.(1) Actualmente contamos con cerca de ochenta adheridos y de más de mil quinientos seguidores en nuestra cuenta de la red social X.

 

El 24 y 25 de mayo del 2024 se celebró en Barcelona nuestro tercer encuentro, una reunión anual que en sus ya tres ediciones se está consolidando entre nuestros miembros y simpatizantes.

Este encuentro nació en gran medida como experimento alternativo a las formas tradicionales de encuentro profesional. Por un lado, pretendíamos encontrar espacios de presencialidad que pusieran de manifiesto las limitaciones de las herramientas en línea, a pesar de las muchas capacidades que revelaron (y han instaurado) a raíz de la pandemia. Por otro lado, pretendíamos proponer un formato menos docto, reclusivo y exhaustivo que el habitual de los simposios y jornadas (bromeábamos con la idea de que, en nuestro encuentro, todo el rato debería ser de pausa-café…).

Apostamos, por lo tanto, por un ambiente de retiro y tranquilidad, con la convicción de que sería compatible con trabajar. El segundo encuentro, el del año pasado, ya nos había dado la razón en este último aspecto, puesto que pusimos el punto de partida de la completa propuesta de valores que hemos desarrollado como base ética para nuestra profesión.

Sin perder en ningún momento el ambiente distendido, de descanso y reencuentro afectivo, este año hemos trabajado fundamentalmente dos temas, ambos relacionados con un aspecto que configura una de nuestras líneas estratégicas fundamentales: el desarrollo de nuestra profesión como tal.

Primero presentamos un proyecto, al que ya dedicamos todo nuestro esfuerzo: la Academia de Museístas. Se trata de una iniciativa con la que queremos proponer una formación a medida de las necesidades del profesional de los museos (a quien nos gusta llamar “museísta”, un concepto que aspiramos a que llegue a ser compartido por todos los que tenemos el museo como espacio profesional común).

Pensamos que la formación necesaria del profesional de museos se ha ido enriqueciendo a lo largo de las últimas décadas, hasta el punto de que ahora se podría describir como un conjunto estructurado en cuatro capas intrínsecamente relacionadas entre sí:

  • Aspectos relativos al patrimonio, la conservación y las colecciones (formación clásica).
  • Aspectos de didáctica (la llamamos formación moderna).
  • Aspectos relativos al lenguaje museográfico y su relación con los públicos (lo hemos llamado formación postmoderna).
  • Aspectos de gestión excelente de las organizaciones sociales y culturales (lo llamamos formación contemporánea).

Durante el tercer encuentro recogimos muy buenas propuestas e ideas —tanto de temáticas como de formatos—, que permitirían a los profesionales compatibilizar la formación con la dedicación laboral, sin olvidar la inclusión bien ponderada de jóvenes y estudiantes.

El segundo gran asunto que nos ocupó tenía que ver con la profesionalización de los educadores/as de museos. Articulados en tres grupos de trabajo, que disfrutaron de una deliciosa tarde de sábado primaveral en el jardín, nos planteamos un primer acercamiento a algunos objetivos básicos, cuyas conclusiones esperamos ordenar y publicar en breve, en base a cinco aspectos:

  • Definir qué entendemos por educación museística.
  • Debatir sobre la terminología: educador/a vs. mediador/a.
  • Describir cuáles son las funciones que deberían desempeñar las personas educadoras.
  • Acordar qué formación deberían tener para ello.
  • Desarrollar las competencias que afectan a esta profesión.

Con el objetivo de avanzar hacia la profesionalización de la educación en los museos, no lo planteábamos como una plataforma reivindicativa, sino como un espacio cooperativo para sentar las bases de lo que debería configurar una profesión que desgraciadamente no existe como tal. En este sentido, el encuentro no terminó el sábado 25. Estamos redactando un borrador de documento a partir de las reflexiones compartidas, que será distribuido entre todos los asistentes para poder realizar un debate en línea que nos permita elaborar el documento definitivo, del que os informaremos oportunamente.

La nota anecdótica la puso una sesión informal de fotos, en la que todos los asistentes nos fotografiamos con un precioso caleidoscopio clásico. Estas fotos han servido para dar forma a una orla, con la que reivindicaremos el calidoscopio como símbolo de los museístas, ya que combina los dos recursos básicos del lenguaje museográfico: el objeto y el fenómeno tangibles. Nuestra idea consiste en que al desarrollo de nuestra profesión también le convendrían algunos sistemas formales, que no son menos importantes.

Nuestro reto para futuros encuentros consiste en acoger a tantas personas como nos gustaría, aunque sin perder la esencia de proximidad que nos caracteriza.

Notas


(1)

www.elmuseotransformador.org

(1)

www.elmuseotransformador.org

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