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Número 12, año 2022
Revista Catalana de Museologia

El Nido Volante

Fecha publicación: 29/06/2022


Actualidad
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Fecha publicación: 29/06/2022

Actualidad

Abstract

El Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (MCNB) tiene por objetivo generar y compartir conocimiento con la voluntad de crear una sociedad más informada, conectada y responsable con la naturaleza. Este objetivo se logra mediante la preservación de unas colecciones que son testigo material del patrimonio natural, la búsqueda de la diversidad biológica y geológica y un modelo educativo propio que estimula la exploración, el aprendizaje y la participación entre el público más amplio.

El Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (MCNB) tiene por objetivo generar y compartir conocimiento con la voluntad de crear una sociedad más informada, conectada y responsable con la naturaleza. Este objetivo se logra mediante la preservación de unas colecciones que son testigo material del patrimonio natural, la búsqueda de la diversidad biológica y geológica y un modelo educativo propio que estimula la exploración, el aprendizaje y la participación entre el público más amplio.

Con la apertura de la nueva sede del Parc del Fòrum en 2011, el MCNB se propuso convertirse en un museo educador que llegara a toda la ciudadanía, independientemente de la edad, procedencia, condición y nivel formativo. Este objetivo se logró desarrollando un método educativo propio que plantea una nueva forma de enseñanza y aprendizaje de la ciencia que va más allá de la simple transmisión de información. Las actividades creadas con esta metodología han permitido trabajar en base a preguntas, incitando la curiosidad y la capacidad de investigar, razonar y descubrir de cada participante.

El proyecto nacido para la ciencia

Ser un museo accesible e inclusivo implica tener en cuenta también al público infantil más joven. En esta línea, en el curso 2010-11 se creó el proyecto “Nacidos para la ciencia”, una propuesta para promover la ciencia desde la primera infancia que se inspiraba, entre otros, en el éxito del ya existente “Nacidos para leer”, iniciado en Cataluña en 2002 a partir de experiencias europeas y americanas similares.

¿Por qué ciencia con niños 0-6?

Por un lado, el museo parte de la base de que la ciencia debe ser para todos, porque forma parte de nuestra cultura, de nuestras vidas. Si queremos conseguir implicar a las personas con naturalidad en las decisiones científicas y que puedan valorar sus consecuencias debemos poder ofrecer un contacto cercano con el mundo científico desde las primeras edades.

Por otro lado, la ciencia es una herramienta para comprender el mundo, y este es un camino que trabajar desde las edades más tempranas. Debemos fomentar la curiosidad natural de los niños, ayudándoles a dar sentido a los fenómenos del mundo, incentivando la intervención razonada sobre la realidad, sobre lo que experimentan, invitándoles a interactuar, a plantearse preguntas, nuevos retos…

Partimos de una idea de niña y de niño potente y capaz, que vive en plena inmersión en una cultura determinada y que se esfuerza inteligentemente en entender y dar significado a todo lo que ve, siente y vive.

El Nido de Ciencia

El proyecto “Nacidos para la ciencia” se materializó en el museo con un espacio único y exclusivo para niños de 0 a 6 años, el Nido de Ciencia, y con las actividades asociadas. Este espacio fue uno de los pioneros, dentro y fuera del territorio catalán, en el aprendizaje de las ciencias naturales a edades tan tempranas. El Nido de Ciencia ocupa un lugar destacado en la entrada del museo, un espacio transparente visible desde el vestíbulo, con un diseño muy cuidado y pensado con todo el detalle para las pequeñas personas destinatarias.

La experiencia en el Nido de Ciencia es un conjunto de varios factores:

Entorno cercano.

El Nido de Ciencia cuenta con todo un conjunto de materiales biológicos y geológicos reales preparados para poder ser manipulados por personas de esta edad. Se trata de materiales naturales sugerentes de nuestro entorno cercano (se pueden encontrar en Cataluña), con cualidades sensoriales diversas, que se pueden descubrir a través de los sentidos, que es la forma que los niños tienen de conocer lo que les rodea.

Libre elección.

Los niños pueden investigar los materiales que les atraen y les llaman más la atención, sin imposición alguna por parte de las personas adultas, que deben respetar sus ritmos e intereses.

Curiosidad.

La distribución del espacio y de los materiales pretende provocar la curiosidad, el interés, las ganas de investigar y saber, y ayudar a cada niño a tomar conciencia de la propia capacidad para llevar a cabo un descubrimiento del medio natural, un itinerario de investigación, por lo que se da valor a las habilidades y capacidades de cada uno.

Acompañamiento respetuoso.

El papel de la educadora es acompañar, observar y dar valor al hacer y al saber de los niños. Esta actitud se basa en permitir y estimular que cada niña y niño piense, actúe y formule sus propias ideas. No nos interesan las respuestas únicas, sino posibilitar las condiciones adecuadas para generar preguntas y facilitar la interacción entre iguales y adultos, estimular la búsqueda conjunta en el proceso de descubrimiento de las criaturas, la búsqueda de caminos diversos que permitan resolver preguntas sin la obligación de seguir itinerarios predefinidos.

—El respeto por el decálogo de los derechos de los niños:

  • Derecho a tocarlo todo.
  • Derecho a ensuciarse.
  • Derecho a pensar con las manos.
  • Derecho a ser respetadas y respetados.
  • Derecho a actuar a su juicio.
  • Derecho a invertir el tiempo que deseen en sus acciones.
  • Derecho a pasar el rato.
  • Derecho a equivocarse.
  • Derecho a no hacer lo que esperamos que hagan.
  • Derecho a que las personas mayores nos esforcemos por comprender sin interferir.

Así, ofreciendo el espacio, los materiales y el acompañamiento educativo siguiendo la filosofía y modelo didáctico del Nido de Ciencia, el museo se convierte en el contexto rico y estimulante para que en su interior los niños se movilicen para lograr aprendizajes. Es el contexto, en definitiva, para convertirse realmente en un museo transformador.

El Nido Volante. Llegar a los colectivos con dificultades para ir al museo

El Nido de Ciencia ofrece actividades escolares para niños y niñas desde los 2 hasta los 6 años. Sin embargo, el colectivo de las guarderías ha estado poco presente en el museo. Las conversaciones mantenidas con las maestras y el análisis de las encuestas de valoración nos han evidenciado que, si bien las docentes valoran muy positivamente nuestra oferta, las dificultades de la logística escolar (horarios y desplazamientos) y la poca autonomía de los niños y la niñas hacen muy compleja la preparación de una salida escolar para asistir al Nido de Ciencia.

Ante esta condición, el museo decidió acercarse a las guarderías basándose en un proyecto que había llevado a cabo en 2009 para hacer llegar el patrimonio del museo al alumnado de las escuelas de los centros penitenciarios de Cataluña a través de un baúl contenedor de material de las colecciones de zoología, el Museo Ambulante. Y con el mismo objetivo de acercar el museo a varios colectivos nació el NAT Viajero, en este caso para niños de aulas hospitalarias.

Así pues, con el apoyo económico del Instituto Municipal de Educación de Barcelona, en 2017 se empezó a trabajar en la creación de El Nido Volante con el mismo objetivo: hacer viajar el museo, su filosofía y su patrimonio fuera de las paredes del museo.

En cualquier museo, la importancia de los objetos y su papel didáctico, evocador y generador de vínculos, es indiscutible. Si además el objeto está disponible, su papel resulta aún más potente. Disponer de material natural manipulable no resulta fácil y requiere la implicación de muchas personas del museo, tanto en la obtención como en la preparación de muestras. El Nido Volante, sin embargo, no es un simple recurso de préstamo de material natural, sino que va mucho más allá e incluye sesiones de formación y asesoramiento para que el personal docente de las guarderías pueda hacerlo suyo aplicando la metodología didáctica propia del Nido de Ciencia en sus aulas.

El Nido Volante propone seis nidos temáticos con materiales naturales y propuestas didácticas relacionadas:

  • Nido de los materiales geológicos.
  • Nido de los vegetales.
  • Nido del mar.
  • Nido de los animales del bosque (vertebrados).
  • Nido de los animales del bosque (invertebrados).
  • Nido de los libros.

También cuenta con el “Guion para el equipo docente”, un amplio documento donde se detallan todos los aspectos necesarios para elegir el espacio más adecuado para El Nido Volante en la propia escuela, para distribuir los materiales, estructurar las sesiones a nivel didáctico y llevarlas a cabo de forma satisfactoria. También ofrece información sobre los diversos materiales naturales, y sobre cómo estimular a través de las preguntas, itinerarios de investigación y conversaciones diversas y ricas con los niños.

Prueba piloto: trabajo conjunto entre las guarderías y el museo

El museo tiene como objetivo trabajar conjuntamente entre el Departamento de Educación y Actividades y las escuelas, para desarrollar proyectos que no solo sean interesantes por los contenidos que dan a conocer, sino que se adapten a la realidad de los centros. Con esta intención, El Nido Volante, una vez terminado, inició un período de prueba piloto en el que participaron cuatro guarderías municipales de Barcelona (EBM Carabassa, EBM Júpiter, EBM Can Bruixa y EBM Ciutat de Mallorca) durante la segunda mitad del 2019.

El período de prueba piloto incluyó una sesión de presentación-formación en el museo, para transmitir el modelo educativo y la filosofía del Nido de Ciencia a las docentes y familiarizarse con los materiales y las seis propuestas didácticas de El Nido Volante.

Cada escuela contó con El Nido Volante durante cuatro semanas, y las técnicas y educadoras del Departamento de Educación y Actividades ofrecimos el apoyo necesario a cada una para concretar y llevar a cabo las sesiones con su alumnado, a través de consultas y reuniones con las docentes, así como con visitas y sesiones en las escuelas.

Todas las dudas, los comentarios y las reflexiones que las escuelas fueron planteando, así como la sesión final de valoración en julio de 2019, fueron imprescindibles para acabar de pulir algunos aspectos del proyecto, y El Nido Volante quedó listo para volar a nuevas escuelas durante el curso 2019-20.

El Nido Volante emprende el vuelo! Curso 2019-2020

En el curso 2019-2020, El Nido Volante inició su vuelo hacia nuevas escuelas y nuevos niños. En otoño tuvo lugar una nueva sesión de formación en el museo para presentarlo al personal docente de las ocho escuelas que participarían en el proyecto durante el curso, y se marchó a la primera escuela.

El Nido Volante visitó cuatro de estas escuelas. Las educadoras del museo realizamos las primeras sesiones en cada centro y acompañamos a las docentes en las primeras ideas para tomar el relevo. El Niu Volant fue acogido en espacios muy diversos y las docentes nos transmitieron las ideas que les había sugerido: utilizar los materiales naturales de una forma diferente, reflexionar sobre las diferencias entre la dinámica de El Nido Volante y la dinámica de los espacios de experimentación y combinar los materiales de formas diversas según cada sesión.

La última de estas escuelas, el EBM Ralet, cuenta hoy con su propio “nido”, El Nido Ralet, nacido del trabajo y las reflexiones que llevó a cabo todo el equipo durante aquellas semanas en que dispusieron de El Nido Volante. Todas las aulas de la escuela tienen contacto con El Nido Ralet, y tanto la elección como la disposición y la organización de los materiales han dado lugar a una propuesta fantástica. ¡Desde el Museo de Ciencias Naturales felicitamos a todo el equipo!

Lamentablemente, después de visitar estos primeros cuatro centros, el calendario de vuelos de El Nido Volante quedó alterado por culpa del cierre de todas las escuelas el 13 de marzo de 2020, como medida de prevención para hacer frente a la emergencia sanitaria causada por la Covid-19.

Así pues, el curso 2019-20 terminó de forma excepcional y aunque durante el curso 2020-21 las escuelas volvieron a abrir, también fue un curso diferente, con algunas renuncias, con adaptaciones constantes y dosis ingentes de imaginación por parte de todo el personal educativo. Y como agentes educativos y al servicio de la comunidad, los museos también nos adaptamos a una realidad diferente de la que habíamos vivido hasta ahora, sin perder de vista ni por un momento nuestra misión, nuestra filosofía y nuestro modo de hacer.

Una mañana de Nido Volante… La adaptación en tiempos de Covid

Durante el curso 2020-21, las niñas y los niños regresaron a la escuela, pero las dinámicas habituales en los centros (y también en el museo) cambiaron, y mucho. Ante la imposibilidad de entrar en las guarderías municipales y ante las medidas de higiene y desinfección de materiales que era necesario implementar, El Nido Volante se adaptó a las circunstancias para seguir acercando el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona a las guarderías.

¿Adaptarse? Pero… ¿cómo? ¿Cómo ofrecer una actividad para niños de 2 y 3 años con materiales naturales muchos de los cuales no son fácilmente desinfectables y que, por tanto, no se pueden compartir fuera de los grupos burbuja? ¿Cómo transmitir la filosofía y la dinámica del Nido de Ciencia, basadas en el contacto con materiales reales, manteniendo la seguridad?… ¡Una mañana de Nido Volante!

Cuando fue avanzando el curso y las medidas contra la Covid pudieron relajarse un poco, las docentes y educadoras fuimos encontrando nuevas fórmulas para hacer frente a los retos de las nuevas formas de hacer. Aunque El Nido Volante no podía funcionar tal y como se pensó, las educadoras del museo sí que pudieron entrar en algunos centros educativos para realizar actividades con El Nido Volante. Así, en el mes de abril hicimos la prueba piloto de Una mañana de Nido Volante en la Guardería Maria Reina, centro de proximidad al Museo de Ciencias Naturales-Parc del Fòrum. Ambas educadoras se desplazaron a la escuela y durante una mañana realizaron dos sesiones haciendo grupos reducidos con niños de un mismo grupo burbuja, que podían compartir materiales sin necesidad de desinfectarlos. Después de unos días de reposo para que los materiales pasaran una cuarentena, las educadoras volvieron a realizar las sesiones con el otro grupo burbuja.

Después de esta primera experiencia, otras dos guarderías disfrutaron de El Nido Volante en este formato, una mañana para cada grupo diferente, con unos días de cuarentena de materiales en medio.

La experiencia de Una mañana de Nido Volante ha sido muy bien valorada por las docentes. Durante las sesiones los niños han mostrado curiosidad e interés por los materiales, han participado en algunas conversaciones, estableciendo relaciones entre diversos materiales y entre estos materiales y las imágenes de los libros de consulta. Algunas docentes se han confesado un poco "sacudidas" por las sesiones de El Nido Volante que han tenido lugar con sus niños, y se han planteado aspectos sobre su propia práctica que nos han compartido. ¿Algunos ejemplos? Pues incluir más materiales naturales en las aulas, viendo que algunos de los más atípicos, como los insectos, han generado enorme interés entre los niños. O reflexionar sobre la forma de plantear preguntas de El Nido Volante para movilizar las ideas de los niños. O contemplar libros que ya tenían en el aula como recursos importantes en los procesos de aprendizaje de las ciencias.

Y, por qué no decirlo, el equipo del museo también hemos disfrutado de la experiencia, ya que durante este año de adaptaciones excepcionales también teníamos muchas ganas de hacer volar el nido.

¿Y el curso 2021-22?

El nuevo curso se pone en marcha con energía, y ahora que las directrices de higiene y seguridad permiten manipular los materiales naturales de forma más habitual, El Nido Volante vuelve a los centros en el formato en el que fue concebido: para quedarse unas semanas y aprovecharlo al máximo, con la implicación de las docentes que diseñan sus sesiones de El Nido Volante con sus grupos, y con el acompañamiento y apoyo del equipo educativo del museo.

El Nido Volante ya vuelve a volar para acercar el Museo de Ciencias Naturales a los niños más pequeños… ¡Porque todas y todos han nacido para la ciencia!

Referencias

Autoría compartida (2016). “Ocho propuestas didácticas. La mesa luminosa. Estructuras óseas. Sonajeros de semillas”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 66, p. 63-67.

Ballester, Montse; Carbonell, Alba (2016). “La curiosidad debe continuar”, en Cuadernos de Pedagogía, núm. 466, p. 60-62.

Ballester, Montse; Pedreira, Montserrat (2012). “Aprendre ciències des del Niu”, en Escola Catalana, núm. 477, p. 22-23.

Ballester, Montse; Pedreira, Montserrat; Viladot, Pere (2012). “De 0 a 6 al Museu de Ciències Naturals”, en Guix Infantil, núm. 68, p. 16-18.

Bonil, J.; Gómez, R.; Pejó, L; Viladot, P. (2012). “Som educació. Educar i aprendre als museus i centres de ciència: una proposta de model didàctic”.

Carbonell, Alba; Massip, Jèssica; Puchadas, José Antonio (2012). “La marieta amb pell de guepard”, en Guix Infantil, núm. 68, p. 24.

Pedreira, Montserrat (2015). “Niu de ciencia, espacio de educación científica para niños”, en Museologia e Patrimônio, vol. 8, núm. 1, p. 9-29.

Tonucci, Francesco (2012). “La ciència als tres anys”, en Guix Infantil, núm. 68, p. 11-15.

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