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Número 12, año 2022
Revista Catalana de Museologia

Fundación MAPFRE y su apuesta por la fotografía

Nadia Arroyo Arce

Fecha publicación: 31/03/2022


Relato

Fecha publicación: 31/03/2022

Relato

Abstract

1. Los inicios de Fundación MAPFRE en el ámbito de la fotografía

Fue en el año 2006 —porque creo que debo remontarme a entonces— cuando Pablo Jiménez Burillo, director, desde la década de 1990, de las actividades culturales en el ámbito fundacional de MAPFRE, contempló la conveniencia de que se planteara una nueva línea de exposiciones centradas en la fotografía. Era el momento en que se había decidido trasladar la sede de la entidad y la sala de exposiciones al Palacete situado en el Paseo de Recoletos número 23 de Madrid, lo que liberaba la tradicional sala ubicada en el centro comercial Moda Shopping de Azca de la capital. Ese abril —he de decir— yo me incorporaba como coordinadora de exposiciones al equipo de Cultura de la Fundación. Para poder llevar a cabo dicho proyecto, Jiménez Burillo contactó con Carlos Gollonet —ya entonces un comisario independiente de amplio reconocimiento nacional e internacional— para solicitar su asesoramiento de cara a la construcción de un programa que contemplaba, con exigentes objetivos en ambos casos, la formación de una colección y una programación regular de exposiciones de fotografía; en aquel diseño inicial, Gollonet, quien años más tarde se convertiría en nuestro conservador jefe de fotografía, tendría asimismo que ocuparse del comisariado de varios de los proyectos agendados.

Desde este episodio inicial, Fundación MAPFRE arrancó su actividad en el ámbito de fotografía en el año 2009 con una programación internacional estable de exposiciones individuales con carácter retrospectivo concebidas para presentar por primera vez en la ciudad —o al menos con una distancia mínima de dos décadas respecto a la exposición precedente— la obra de los grandes maestros o la de fotógrafos mundialmente consagrados pero menos conocidos en nuestro país, y que no hubiesen tenido hasta el momento una gran retrospectiva. En el origen también estaba subrayar la relevancia de la fotografía, no solo como imagen que nos relata una historia, nos interpela o nos cuestiona, sino como obra de arte en sí misma. Por ello, para nosotros era —y es— muy importante el valor de la copia, y siempre que existiesen, traeríamos y presentaríamos copias de época, para que el visitante no solo pudiese valorar y leer una imagen o un relato, sino que también pudiese apreciar una obra, dueña a través del paso del tiempo —desde mi punto de vista y sensación— de esa aura mágica que contiene el arte y que según Walter Benjamin estaba ausente en La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.

Desde el principio, se apostó por la internacionalidad, tanto por la elección de los autores y comisarios como porque desde el origen de la organización de cada exposición se trabajó para que todas las exposiciones tuviesen una vida posterior con otras sedes en España, Europa o América.

Entre 2009 y 2015 se organizaron retrospectivas de Walker Evans, Fazal Sheikh, Graciela Iturbide, Lisette Model, Dayanita Singh, Anna Malagrida, John Gutmann, Adam Fuss, Eugène Atget, Gotthard Schuh, Lewis Hine, Hoppé, Jithka Hanzlová, Imogen Cunningham, Manuel Álvarez Bravo, Emmet Gowin, William Christenberry, Lynne Cohen, Vanessa Winship, Henri Cartier-Bresson, Stephen Shore, Alvin Lagdon Coburn, Garry Winogrand, Paul Strand, Joseph Koudelka y Paz Errázuriz. Y se contó con la labor de comisariado de figuras como Jeff L. Rosenheim, Marta Dahò, Cristina Zelich, Peter Pfrunder, Cheryl Brutvan, Alison Nordström, Laura González Flórez, Gerardo Mosquera, Leo Rubinfien, Peter Barberie o Matthiew S. Witkovsky, entre otros.

Al mismo tiempo, el mencionado programa de itinerancias de las exposiciones nos permitió establecer y, sobre todo, fortalecer progresivamente estrechos vínculos de cooperación con algunas de las instituciones más prestigiosas a escala internacional en el ámbito de la fotografía. Así, en el periodo citado (2009-2015) tuvimos la oportunidad de compartir nuestras exposiciones con — secuencia cronológica— el Fotomuseum de Winterthur, el MASP de São Paulo, la Casa de la Moneda de Bogotá, la Sala Rekalde de Bilbao, el Huis Marseille de Ámsterdam, la Pinacoteca do Brasil de São Paulo, el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México, el Casal Solleric en Palma de Mallorca, el Jeu de Paume de París, el Museo de Arte Moderno de Bogotá, el Musée Carnavalet de París, el Fotomuseum de Rotterdam, la Fondation Cartier Bresson de París, la George Eastman House de Rochester (EE.UU.), el Museo Amparo de Puebla (México), el Instituto Centro Jovellanos de Gijón, el Centro José Guerrero de Granada, el FOAM de Ámsterdam, el CO/Berlín, el Instituto Tomie Ohtake o el Museo del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, entre otras.

 

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Hasta ahora, me he centrado brevemente en la labor desarrollada en el ámbito expositivo, pero no puedo dejar de recoger y reconocer en estas páginas también otro bonito, relevante, pero breve rol que desempeñamos durante unos años en nuestro auditorio de Madrid al presentar, entre 2013 y 2015, cinco interesantes ciclos de conferencias que denominamos “Encuentros con la historia de la fotografía”, que ofrecieron un completo panorama actualizado de esa disciplina con la participación de relevantes historiadores, críticos, comisarios y fotógrafos como Anne Cartier-Bresson, Michel Frizot, Malcolm Daniels, Juan Naranjo, Rafael Levenfeld y Valentín Vallhonrat, Sarah Greenough, Peter Barberie, Guillaume Le Gall, Kirsten Stremmel, Sergio Mah, Alejandro Castellote, Isabel Ortega García, Chema González, David Campany, Clément Chéroux, Emmet Gowin, Gilles Mora, Leo Rubinfien, Richard Learoyd, Carlos Martín, Duane Michals, David Jiménez, Graciela Iturbide, Marta Gili, Nicolas Nixon, Boris Mikailov, Urs Stahel, Bleda y Rosa, Valentín Roma, Josef Koudelka o Ute Eskildsen.

Afortunadamente todas ellas las tenemos hoy en día alojadas en nuestro canal de YouTube para un mayor disfrute.

2. Una nueva sala: mayor protagonismo de la fotografía

En octubre de 2015, Fundación MAPFRE dio un significativo paso adelante en sus actividades culturales con la apertura de una sala permanente de exposiciones en Barcelona. El espacio elegido —la Casa Garriga Nogués, un espacio emblemático del Modernismo catalán en el Eixample— permitía dar continuidad a las dos líneas de programación expositivas que definían nuestra actividad: artes plásticas y fotografía. Desde su inicio, se planificó dar un mayor protagonismo a esta última teniendo en cuenta la importancia y el desarrollo de la tradición fotográfica en la ciudad. En los cuatro años de actividad de ese espacio, se presentaron siete exposiciones: Hiroshi Sugimoto, Bruce Davidson, Peter Hujar, Duane Michals, Brassaï, Shomei Tomatsy y Carlos Pérez Siquier.

Asimismo, durante esos años intensificamos el trabajo para estrechar la colaboración con casas de edición internacionales para llegar a acuerdos para co-editar y distribuir algunos de nuestros catálogos de exposiciones. Es una labor que había arrancado con el proyecto de Stephen Shore en 2014 y que desde entonces hemos acentuado y trabajado indistintamente y dependiendo de cada proyecto con editoriales tales como Aperture, DAP, Thames and Hudson, Xavier Barral, Flammarion, Kerher o RM Ediciones, entre otras.

Ese primer periodo de actividad en la capital catalana fue muy importante para cimentar nuestra relación con el dinámico conjunto de instituciones culturales catalanas en general, y de modo particular con las más directamente vinculadas a la fotografía, como, entre otras, Foto Colectània, el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya, Elisava, GRISART, IDEP o Photographic Social Vision, vínculos todos ellos que se extienden hasta la actualidad y en los que siempre hemos encontrado estímulo y enriquecimiento de nuestra labor. Al frente de nuestra actividad institucional estuvo durante esos primeros años (2015-2019) Ignacio González Casasnovas.

3. La viabilidad de un sueño

Fue en el transcurso del año 2019, recién inaugurada mi dirección del área de Cultura, cuando la idea de dar un paso más allá y crear un centro dedicado a la fotografía fue cobrando más peso. Creíamos que tenía pleno sentido tras la estela que habíamos ido trazando; suponía una apuesta, una oportunidad y la culminación de un compromiso de más de una década de Fundación MAPFRE con esta disciplina. Y Barcelona era el escenario idóneo por la red de instituciones catalanas que, desde hacía tanto tiempo, y con tan buenos resultados, venían dedicándose total o parcialmente a difundir este medio. La excelencia de la creación fotográfica y la atención de la sociedad hacia este arte nos parecía una de las señas de identidad cultural de Barcelona y quisimos que nuestro centro pudiese contribuir a ello.

3.1. Un espacio

La oportunidad surgió cuando un espacio propiedad de Fundación MAPFRE en la ciudad quedó libre. Situado a los pies de uno de los edificios más representativos de la Barcelona contemporánea —la Torre MAPFRE—, el nuevo espacio proyectaba sus formas curvilíneas en el entorno del Puerto Olímpico, entre la Avenida del Litoral y el paseo marítimo con un total de 1.400 m2, distribuidos en dos plantas. En total, se dibujaban dos salas expositivas, un espacio para actividades educativas, un auditorio y una librería. El Estudio m x c fue el encargado de acondicionar el espacio museístico y nuestro responsable de montaje, Pedro Benito, de seguir los planos y extraer, como siempre, el mayor provecho del proyecto inicial.

3.2. El proyecto: un centro internacional dedicado a la fotografía

El espacio nos ofrecía la oportunidad de expandir nuestra línea expositiva, al poder duplicar la actividad por temporada. Así, además de mantener la habitual programación con muestras individuales de carácter retrospectivo —en el denominado Espai 1—, podríamos ofrecer al mismo tiempo otra exposición de un tamaño medio en el Espai 2.

Tras reflexionar y analizar en qué sentido podíamos tratar de enriquecer nuestra oferta cultural, definimos las nuevas líneas de exposiciones. Teniendo en cuenta, en primer lugar, la larga y asentada tradición de esta disciplina en Barcelona en particular y en Cataluña en general, nos parecía natural trabajar con las instituciones catalanas que poseen ricas y extensas colecciones fotográficas no suficientemente conocidas, con el objetivo de poder presentar una vez al año una exposición organizada con uno o varios de estos fondos.

En segundo lugar, vimos la oportunidad de abrirnos a la mirada de los más jóvenes, un terreno en el que seguíamos vírgenes tras más de una década de trabajo. Para ello nos acercamos a cuatro escuelas barcelonesas de fotografía —Grisart, Idep Barcelona, IEFC y Elisava, Facultad de Diseño e Ingeniería de Barcelona— con el mutuo interés de poder ofrecer un entorno de visibilidad y oportunidad a las nuevas generaciones de fotógrafos, para organizar una exposición anual con sus alumnos.

Por último, quisimos ofrecer nuestro propio patrimonio: Fundación MAPFRE había ido formando a lo largo de esos años una gran colección que daba cabida a aquellos que habían escrito desde principios del siglo pasado la historia de la fotografía artística: Eugène Atget, Paul Strand, Lisette Model, Walker Evans, Robert Frank, Diane Arbus... Junto a estos indiscutibles maestros, en la colección está también presente la obra de artistas en activo considerados ya “clásicos” de nuestro tiempo, como Graciela Iturbide, Lee Friedlander o Nicholas Nixon, entre otros, así como la de aquellos otros que, con trayectorias más recientes, han alcanzado ya el reconocimiento internacional por la madurez y la singularidad de sus propuestas, como Fazal Sheikh, Dayanita Singh, Anna Malagrida, Richard Learoyd, Bleda y Rosa... Más de treinta autores cuya obra está poco representada en las colecciones españolas.

El punto de partida de la colección fue la compra en 2007 de la conocida serie de Nicholas Nixon Las hermanas Brown, sin duda una de las reflexiones sobre el paso del tiempo más contundentes del arte contemporáneo. Esta adquisición, que estuvo seguida de otras importantes, como las realizadas en torno a la obra de Graciela Iturbide, Paul Strand, Paz Errázuriz o, recientemente, un conjunto de más de trescientas obras de Paolo Gasparini, afirma de alguna manera lo que pretendemos que marque el camino del futuro de una colección que pretende reunir, siempre que sea posible, un acervo de fotografías con que comprender mejor la obra de cada fotógrafo. En estos casos, es posible hacer un completo recorrido por toda la obra de estos artistas a través de los fondos de la colección.

Actualmente la colección sobrepasa las 1.500 obras y se sigue nutriendo tanto de adquisiciones como de encargos a artistas que están presentes en nuestro programa expositivo, a los que invitamos a trabajar en España: Jitka Hanzlová, Emmet Gowin, Vanessa Winship, Richard Learoyd, Eamonn Doyle y la última fue Tomoko Yoneda.

Creímos oportuno ir mostrando nuestros fondos de forma periódica en el KBr y así brindar a los visitantes la ocasión de disfrutar de obras que están habitualmente almacenadas.

Pero nuestra idea original era ir más allá de una sala de exposiciones; y el espacio nos lo permitía. Así, pensamos en la viabilidad de programar conferencias o ciclos que abordasen la fotografía desde distintos puntos de vista. La experiencia que habíamos tenido los años que los organizamos en Madrid nos animaba a retomar, reforzar y potenciar esta línea de actuación.

También contemplamos la necesidad de desarrollar un proyecto educativo acompasado con el conjunto de metas del nuevo proyecto. La idea de formar un programa educativo orientado al conocimiento del lenguaje fotográfico en general, y de la fotografía artística en particular, se consolidó enseguida como el eje sobre el que construir una oferta de actividades educativas dirigidas a los centros escolares y las familias.

Para encabezar este nuevo centro en Barcelona, se incorporó a nuestro equipo María de Pfaff Puigmartí, con una sólida y polivalente trayectoria en el ámbito de la gestión cultural.

3.3. Un nombre: KBr Fundación MAPFRE. Barcelona Photo Center

Cuando el proyecto fue cogiendo forma, pensamos que debíamos encontrar un nombre propio, un nombre que reflejase desde el principio la esencia que queríamos transmitir.

KBr es el símbolo químico del bromuro de potasio, una sal que se usaba en el proceso de revelado de la fotografía analógica. Su principal función consiste en frenar o retrasar la acción del agente revelador con el objetivo de impedir la formación de lo que se denomina velo químico, lo cual permite obtener una mayor pureza de blancos en la imagen.

Para nosotros, además, KBr engloba la trayectoria que ha desarrollado Fundación MAPFRE en el ámbito de la fotografía: refleja el compromiso que adquirimos y mantenemos con la fotografía histórica, con los grandes maestros de todos los tiempos, con la importancia de la copia… pero también acoge la obra de otros fotógrafos contemporáneos que en ocasiones miran al pasado para cuestionarlo, para ensanchar sus miras, sus vías de expresividad.

3.4. Una librería: Librería KBr por Juan Naranjo

Quisimos también dotar a nuestro proyecto de un espacio de librería especializado, y para ello, nos pusimos en contacto con Juan Naranjo, con quien ya habíamos colaborado en el pasado y que tiene en Barcelona una galería de arte donde la fotografía ocupa un lugar relevante.

Quisimos asimismo crear un espacio acogedor, diferenciado, en el vestíbulo del centro y le encargamos el proyecto al arquitecto Jorge Vidal. Juan Naranjo,(1) por su parte, armó un proyecto que buscaba convertirse en un lugar de referencia en la ciudad, donde se encontrarían nuestras publicaciones, junto a libros y catálogos de exposiciones editados por museos, instituciones y editoriales nacionales e internacionales. También ofrecería portafolios, ediciones especiales, libros firmados, descatalogados, foto-libros, revistas especializadas internacionales… Naranjo nos decía que “esta selección la haría teniendo en cuenta tanto su valor artístico como su contenido, y partiría de una concepción actual y amplia de la forma de entender la producción editorial relacionada con la fotografía, creando un espacio dinámico y de reflexión”. También incluiría en la librería algunos objetos realizados por diseñadores contemporáneos.

 

4. El vertiginoso lanzamiento de un diversificado proyecto unitario

4.1. El programa expositivo: de los clásicos al talento emergente

La apertura del KBr fue una de tantas ilusiones y proyectos que la irrupción de la pandemia provocada por la covid-19 dejó entre paréntesis. Nuestra idea era inaugurar el nuevo centro en junio del 2020, pero hubo que retrasar su puesta en marcha hasta el mes de octubre y hacerlo, además, sin poder celebrar y compartir todo lo que para nosotros representaba. Las medidas de distanciamiento social impidieron, además, que se pudiera iniciar el proyecto educativo. Pese a esa inevitable sobriedad, y desenvolviéndonos siempre con las necesarias medidas de seguridad, decidimos mantener el arranque del centro para no dilatar más la andadura del ambicioso proyecto que tanta ilusión nos hacía compartir con la sociedad.

Y aunque la celebración de su nacimiento sigue pendiente, año y medio después de su apertura estamos tan satisfechos de la recepción que el proyecto ha tenido entre instituciones, profesionales y público general como convencidos de la idoneidad y el valor de la propuesta cultural que representa.

En su todavía corta trayectoria (octubre 2020-febrero 2022), y con el respaldo de una vertiginosa actividad de todo el equipo, el KBr ha podido desplegar todas las líneas programáticas de actuación con las que ha sido diseñado y alcanzar, a nuestro juicio, en tan breve plazo, un más que satisfactorio balance de resultados. Las siguientes líneas ofrecen un apretado resumen de esos logros.

El eje central de nuestra programación —grandes retrospectivas de maestros clásicos y de artistas consagrados internacionalmente— se reflejó en cuatro propuestas que expresan con claridad esos criterios:

En el ámbito de los autores a quienes podemos considerar clásicos contemporáneos, se presentaron dos exposiciones: la muestra inaugural dedicada a Bill Brandt (Hamburgo, 1904-Londres, 1983) y la amplia panorámica de la obra de Garry Winogrand (Nueva York, 1928-Tijuana, 1984).

Bajo el comisariado de Ramón Esparza y con estrecha colaboración de la Edwynn Houk Gallery de Nueva York, la exposición dedicada a Brandt (octubre 2020-enero 2021) fue la primera retrospectiva de este autor celebrada en España. La singularidad de su estilo, que abarcó todos los géneros de la disciplina y ejerció una intensa influencia, pudo apreciarse a través de 186 fotografías correspondientes a cinco décadas de trayectoria y positivadas todas por el propio artista. Por su parte, la exposición sobre Garry Winogrand (junio-septiembre 2021), otro nombre esencial en la historia de la fotografía contemporánea contó con el comisariado de Drew Sawyer (Brooklyn Museum) y con el apoyo y la participación del Center for Creative Photography de la Universidad de Arizona, donde se conserva el archivo de Garry Winogrand. La muestra ofreció un completo recorrido por una obra que ha expresado como pocas los aspectos luminosos y las contradicciones e incertidumbres de la sociedad norteamericana de los años cincuenta a setenta del siglo XX, y mostraba por primera vez en Europa un amplio recorrido por su obra sobre color a través de más de 150 diapositivas.

Otras dos propuestas se han centrado en artistas en activo con una trayectoria de indiscutido reconocimiento internacional. A esta intención respondieron las muestras dedicadas a dos autores de origen europeo cuya trayectoria personal y profesional está íntegra e intensamente ligada a Latinoamérica: la brasileña (de origen suizo) Claudia Andujar y el italo-venezolano Paolo Gasparini.

Claudia Andujar (febrero-mayo 2021) fue la más extensa exposición dedicada hasta la fecha a esta fotógrafa cuya obra aúna el compromiso (la defensa del pueblo amazónico de los Yanomami y su modo de vida ocupa la práctica totalidad de sus trabajos) con una constante voluntad de experimentación y aportación artística al lenguaje fotográfico. Con más de 200 piezas y un impactante diseño museográfico, la exposición se organizó en colaboración con el Instituto Moreia Salles de Brasil y el apoyo de la Hutukara Associação Yanomami y el Instituto Socioambiental de Brasil; su comisariado corrió a cargo del coordinador de Fotografía Contemporánea del mencionado instituto, Thyago Nogueira. Por su parte, Paolo Gasparini. Campo de imágenes (octubre 2021-enero 2022) ofreció, con el comisariado de María Wills, otra completa panorámica (más de 300 fotografías) de las seis décadas de trayectoria de quien está considerado el gran cronista visual de la realidad, los problemas y las contradicciones del continente suramericano en la segunda mitad del siglo XX. La totalidad de las obras expuestas pertenecían a la colección de la Fundación.

 

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Las otras tres líneas estratégicas de la programación del KBr han estado igualmente presentes en este año y medio de andadura. Con gran satisfacción hemos puesto en marcha la colaboración regular con instituciones catalanas depositarias de archivos fotográficos, con la que queremos contribuir a la conservación y difusión del extenso patrimonio histórico fotográfico de Cataluña. Esta línea de actuación se inauguró con La mirada cautiva, una representativa antología de la importante colección de daguerrotipos del Centre de Recerca i Difusió de la Imatge (CDRI) del Ayuntamiento de Girona, comisariada por Joan Boadas Raset y David Iglésias Franch. Cuando estas páginas salgan a la luz, podrá verse en el KBr la segunda muestra de esta naturaleza, Adolf Mas. Los ojos de Barcelona, en torno a uno de los fondos de fotografía patrimonial más amplios y singulares de Europa: el Archivo Mas, depositado en la Fundación Instituto Amatller de Arte Hispánico.

También en este periodo hemos iniciado las exposiciones en torno a la colección de fotografía de Fundación MAPFRE para dar a conocer paulatinamente nuestros fondos, en propuestas que por lo general contarán con un comisariado externo. Así, en el programa inaugural del centro la mencionada exposición de Bill Brandt estuvo acompañada por la presentación, por primera vez y bajo el comisariado de Juan Naranjo, de 110 de las 131 fotografías de Paul Strand que conserva la Fundación, en la que constituye la colección más completa del autor custodiada en una institución europea. En la misma línea, junto a la exposición de Garry Winogrand pudo verse la serie completa (1975-2020) de The Brown Sisters de Nicholas Nixon. La serie, una de las más emocionantes reflexiones del arte contemporáneo en torno al paso del tiempo, es sin duda una de las piezas principales de nuestra colección.

En esta intensa actividad expositiva cupo también la posibilidad de arrancar otro de los proyectos destinados a formar parte de las señas de identidad del KBr: la colaboración regular con cuatro de las principales escuelas de fotografía de Barcelona —Grisart, Idep Barcelona, IEFC y Elisava—. Este es el objetivo de FLAMA, un proyecto inaugurado en el otoño de 2021 que da forma a nuestro deseo de apoyar la creación emergente y a las nuevas generaciones de fotógrafos que inician su trayectoria profesional tras su paso por estas escuelas. En esta primera edición se presentó el trabajo de cuatro fotógrafas: Laura Gálvez-Rhein (Fráncfort del Meno, 1998), Blanca Munt (Barcelona, 1997), Gael del Río (Barcelona, 1990) y Gunnlöð Jóna Rúnarsdóttir (Reikiavik, 1992). Sus proyectos fueron elegidos a través de un proceso de visionado de obras de alumnos de las escuelas realizado por los profesionales vinculados a la fotografía Marta Gili, Sergio Mah, Ramón Reverté y Arianna Rinaldo.

4.2. KBr, conexión internacional

Como se ha dicho, desde el origen de la actividad en fotografía, la proyección exterior de nuestros proyectos ha sido un objetivo irrenunciable en cada programación anual. En el caso del KBr esta orientación debía tener un papel aún más protagonista, tanto por tratarse de un espacio específicamente fotográfico como porque concebimos este dinamismo internacional de nuestra programación como una contribución a reforzar la proyección internacional de la dimensión cultural, y en especial fotográfica, de Barcelona.

En este aspecto, el balance de este periodo nos resulta igualmente satisfactorio: Tras su paso por el KBr, Bill Brandt se vio en el Kunstfoyer Versicherungskammer Kulturstiftung de Múnich, en nuestra sede de Madrid (Sala Recoletos) y en el FOAM de Ámsterdam. Por su parte, Claudia Andujar formó parte de una larga itinerancia europea: tras su arranque en las salas del Instituto Moreira Sales en São Paulo y Rio de Janeiro, recaló en la Fondation Cartier pour l'Art Contemporain de París y a la Triennale de Milán, donde apenas pudo verse por la suspensión de la actividad cultural en Italia durante el otoño del 2020 y desde donde llegó al KBr; de ahí continuó al Barbican Centre de Londres y terminará este completo recorrido en Fotomuseum (Winterthur, Suiza).

4.3. Los martes al KBr, un espacio de intercambio

Por su vocación multifacética, el KBr no podía dejar de lado el ámbito de la reflexión teórica y la investigación histórica en torno a la fotografía. A ello responde el programa de convocatorias (ciclos de conferencias y conversaciones) que de forma regular ofrecerá cada año propuestas directamente relacionadas con las exposiciones en curso junto a otras de carácter teórico general. Bajo la coordinación de un especialista, los ciclos convocan igualmente a reconocidos comisarios, fotógrafos, críticos, historiadores y otros especialistas nacionales e internacionales.

En la medida en que las prevenciones sanitarias lo permitieron, las sesiones se desarrollaron en el propio KBr, pero las convocatorias están concebidas en todo caso con una manifiesta voluntad de difusión, por lo que siempre se ofrecen en retransmisión online. Las sesiones se celebran siempre los martes, en un intento de “ritualizar” la propuesta, de que los amantes de la fotografía sepan que bien de forma presencial, bien desde sus casas, pueden disfrutar de un buen discurso de un especialista internacional. Las intervenciones quedan grabadas y alojadas en nuestra web.

Dirigido por Marta Dahó, el primer ciclo Fotografía y exposición. Saberes cruzados propuso una reflexión interdisciplinaria (historiográfica, teórica, curatorial) sobre la compleja articulación de la fotografía como objeto de exposición y como valor artístico. Desarrollado íntegramente online entre marzo y abril de 2021, contó con la participación de Olivier Lugon, Anne Wilkes Tucker, Jordana Mendelson, Jorge Ribalta, Florian Ebner, Laura González Flores, Nicoletta Leonardi y Elvira Dyangani Ose.

En torno a las exposiciones Claudia Andujar y La mirada cautiva se celebraron sendas sesiones a cargo de sus comisarios; a propósito de Garry Winogrand se celebró una conversación entre Drew Sawyer y los jóvenes fotógrafos Sasha Phyers-Burguess y Joseph Rodríguez; y finalmente, coincidiendo con la presentación de The Brown Sisters se ofreció una conversación entre Nicholas Nixon y la historiadora de la fotografía Laura Terré.

En septiembre de 2021 pudimos al fin organizar de forma presencial estos encuentros, con la conversación entre Paolo Gasparini, la comisaria de su exposición Maria Wills y el historiador de la fotografía Horacio Fernández. Tras ella, y en relación también con la exposición de Gasparini, se ofreció un extenso (once sesiones) e interesante ciclo, La fotografía habla de revoluciones, dirigido por Laura Terré, en el que se revisaron los diferentes papeles (testimonio, denuncia, herramienta para la agitación, propaganda, instrumento de análisis, etc.) que la fotografía ha desempeñado en las principales coyunturas revolucionarias, desde la Comuna de París hasta la Primavera Árabe. En él participaron Andrés Antebi, Samuel Aranda, Pilar Aymerich, Pepe Baeza, Paul F. Goldsmith, Mathilde Larrère, Nicolas Liucci-Goutnikov, Susan Meiselas, Robert Pledge, Judith Prat, Leigh Raiford, Isabel Segura, Anna Surinyach y Cristina Vives.

Además, con estos ciclos temáticos hemos iniciado una colección de libros que contendrá los textos en castellano de las ponencias de cada uno de ellos por considerar que así podíamos contribuir a una mayor difusión del conocimiento.

Junto a estos ciclos, que forman parte de la programación propia del KBr, el centro ha colaborado también con el Festival Visual Panoràmic de Granollers, co-organizando sus convocatorias de conferencias que, en torno a aspectos teóricos de la fotografía, dirige Joan Fontcuberta: en 2020, el ciclo Extimidad, una interesante reflexión en torno a una de las señas de identidad de nuestro tiempo, la exteriorización de la intimidad. En 2021 pudimos acoger, ya presencialmente, el ciclo Fotografía y azar, en torno a la presencia de la suerte, la incertidumbre y la aleatoriedad en nuestra historia personal y colectiva y la forma en que la creación artística se ha acercado a esa cuestión.

4.4. KBr Photo Award: la primera edición

Con la apertura del KBr, quisimos reafirmar nuestro apoyo a la creación artística, y así propusimos crear un premio internacional, bienal, abierto a artistas nacionales o internacionales que tuviesen prevista la realización de un proyecto fotográfico nuevo o sin finalizar, inédito, en cualquier caso. La dotación del premio que facilitaría la terminación del proyecto seleccionado se completaría con una exposición producida y organizada por la Fundación que estaría acompañada de su correspondiente catálogo. Así en junio de 2021 se lanzó la primera edición del KBr Photo Award, al que se presentaron más de 400 candidaturas y cuyo jurado estuvo compuesto por Carles Guerra, artista, crítico de arte y comisario independiente; Thomas Weski, conservador del Archivo Michael Schmidt y comisario de exposiciones; Sarah Meister, directora ejecutiva de Aperture, y Urs Stahel, escritor, comisario, asesor independiente y conservador de MAST —Manifattura di Arti, Sperimentazione e Tecnologia— en Bolonia, además, de Carlos Gollonet, conservador jefe de fotografía de Fundación MAPFRE.

La artista galardonada y seleccionada por unanimidad del jurado fue Anastasia Samoylova y su proyecto Image Cities por la calidad y originalidad de la propuesta. El trabajo, llevado a cabo en múltiples localizaciones, estudia la integración de la fotografía y la imagen en el entorno urbano, un fenómeno cada vez más presente en la actualidad. El proyecto lo inició en 2021 en Moscú y Nueva York y se completará en otras ciudades europeas gracias a este premio a lo largo de este año 2022, y se presentará en febrero del 2023 en el KBr.

4.5. Proyecto educativo: cuando la fotografía es arte

Con el nacimiento del centro de fotografía, surgió la idea de generar un proyecto educativo que nos ayudase a enseñar a las nuevas generaciones a entender y a valorar la fotografía. Queríamos crear un programa sencillo, pero sólido, basado en nuestra colección, pero aterrizado en las exposiciones retrospectivas que se presentasen en el KBr Fundación MAPFRE. Así se elaboró Cuando la fotografía es arte, con el que se pretende trabajar un conjunto de conocimientos que ayuden a reconocer la naturaleza múltiple de la imagen fotográfica (como obra de arte, testimonio documental, memoria personal), a asimilar los conceptos básicos para identificar y apreciar sus valores artísticos y a reconocer y usar la fotografía como herramienta para expresar y compartir emociones e ideas. El programa —recién iniciado en octubre del 2021— incluye visitas-taller para colegios, para distintos niveles educativos, y familias y ofrece a su vez contenidos descargables online

con los que familiarizarse fácilmente con los conceptos que permiten entender y, sobre todo, disfrutar de la fotografía.

5. Unas conclusiones

A fecha de cierre de estas líneas el KBr lleva dieciséis meses de andadura, ocho exposiciones, diecinueve ediciones de catálogos, un libro de textos de conferencias, un programa educativo y más de 100.000 personas han disfrutado de sus actividades. La acogida no ha podido ser mejor por parte de las autoridades, instituciones públicas y privadas, medios y público, y por ello no podemos estar más que agradecidos. No sé si abrir el centro de fotografía fuera de una pandemia hubiese supuesto un mejor recibimiento, pero lo dudo. Ha supuesto mucho esfuerzo y trabajo por parte de todas las personas que conformamos el equipo del área de Cultura de Fundación MAPFRE, dieciocho cabezas pensando en el proyecto desde distintos puntos de vista, a los que hay que añadir la dedicación exquisita del resto de departamentos de la Fundación. Sin duda, este proyecto es efecto del trabajo individualizado, en equipo, coordinado y también —a veces— descoordinado de todos ellos. Ahora queremos seguir creciendo, porque creemos que podemos hacerlo, pero queremos hacerlo de una forma sosegada, reflexionada y sólida, en los próximos años. Nos queda mucho por recorrer, por seguir rodando, por pulir, corregir y mejorar, pero eso es casi lo que más ilusión nos genera. Desde aquí, mi más sincero agradecimiento a todas las personas que a lo largo de mis tres cortos e intensos años de dirección me/nos han ayudado en su definición, construcción y apertura. Sin cada uno de ellos, este proyecto para la ciudad de Barcelona sería diferente.

Notas


(1)

https://juannaranjo.eu/libreria/.

(1)

https://juannaranjo.eu/libreria/.

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